La UD Ibiza ha mejorado mucho en su juego, eso es evidente, pero también lo es que el ritmo que lleva en esta segunda vuelta no es suficiente. Pocas victorias y muchos empates. Es una obviedad pero de una serie de cinco partidos vale más ganar dos y perder tres que empatar los cinco. Lo cierto es que en esta segunda vuelta, los celestes suman ocho puntos con una victoria y cinco empates; y son cuatro las derrotas. Unos ocho puntos que si se coge la clasificación en estas 10 jornadas del año 2023 son insuficientes, ya que la Udé lleva números de descenso. Sólo el Málaga con siete y el Lugo con tres han sumado menos en este segmento de la temporada.
Además, si se analiza más profundamente esta serie de 10 partidos, los celestes evidencian los mismos problemas de la primera vuelta. Con 14 goles en contra, es el segundo equipo que más concede, sólo el Lugo lleva un gol más. Sí hay una mejoría en ataque con las nueve dianas cosechadas en este periodo de tiempo.
En la rueda de prensa posterior al empate contra el Villarreal B, Lucas Alcaraz acotaba más este margen y se refería a los últimos siete encuentros, de los que los pitiusos sólo han perdido uno -contra el Alavés (4-2)-. Aquí sí hay una ligera esperanza porque los números sitúan a la UD Ibiza como el decimotercer mejor equipo en estas siete jornadas con ocho puntos cosechados. Tres más de los que llevan los equipos que estarían en este particular descenso que precisamente son los que marcan la salvación: el Sporting y el Oviedo.
No basta con empatar
Así pues, en las últimas siete jornadas la Udé ha recortado tres puntos con los conjuntos asturianos, que son los mismos que recorta también sobre el Málaga y la Ponferradina. Lo cierto es que el ritmo sigue sin ser suficiente pues la diferencia en la tabla es de 12 puntos cuando quedan 11 jornadas. Deben incrementar mucho el ritmo de caza. Al final, las cuentas y las matemáticas no engañan. Los equipos siguen sumando y aunque últimamente no se pierde, con empates no es suficiente.
El calendario no es ni mucho menos malo para lo de Alcaraz que necesitan una victoria en Andorra para revivir la ilusión que se desinfló con el pobre encuentro ante el Villarreal B, donde los celestes tras un buen inicio de partido se fueron desinflando y, más allá del penalti, apenas dieron sensación de peligro.
Andorra y Burgos son las siguientes metas. Un recién ascendido y un equipo que está en mala dinámica y se está desinflando tras una primera vuelta espectacular. Hacer cuentas más allá de estos dos partidos no tiene razón de ser. La UD Ibiza está entrando ya en una fase en la que los empates no sirven, le toca arriesgar. Llegan los partidos en los que vale más jugar al todo o nada.