El CD Ibiza navega viento en popa hacia la Segunda RFEF. Los de Vila están protagonizando un año sensacional y con 11 puntos de ventaja sobre el Mallorca B y el Poblense todo invita al optimismo. La renta es más que importante y el conjunto de Raúl Casañ no ha dado señales de flaqueza en toda la temporada. Los números hablan por sí solos: una derrota en los 24 partidos disputados hasta la fecha. Las cosas van muy bien, pero en el club no quieren oír hablar de nada que no sea el siguiente partido, que en este caso es el Collerense.
Este duelo que se jugará en la Pista de atletismo Sánchez y Vivancos el domingo a las 11.30 horas es clasificatoriamente hablando uno de los más amables que les quedan a los rojillos. Los mallorquines se presentarán en la isla en mitad de la tabla, muy lejos del descenso y muy lejos del playoff. Casañ no quiere relajaciones y sabe que sumar es importante para intentar cerrar el objetivo cuanto antes porque el calendario que queda por delante no es sencillo. El Cedé se tiene que medir en los 10 partidos que restan al segundo, al tercero, al quinto, al sexto, al séptimo, al octavo y al noveno clasificado. De los ocho equipos que le siguen en la tabla, los ibicencos sólo se han enfrentado en esta segunda vuelta al Manacor.
Tras este partido contra el Collerense, el siguiente será en tierras mallorquinas ante el Alcúdia, noveno clasificado. Después recibirán en jornada intersemanal antes del parón por la Semana Santa al Constància, sexto clasificado. La competición se reanudará fuera de casa ante el Llosetense, que es octavo.
Momento clave
Estos cuatro partidos podrían dejar las cosas prácticamente vistas para sentencia si se consiguen sumar de a tres, porque el siguiente rival será el Poblense en el Sánchez y Vivancos. Un partido sin duda clave ya que si las cosas siguen como hasta ahora podría ser el día que matemáticamente dejes a los de Sa Pobla a una distancia superior a los 15 puntos, cuando quedarían esos mismos por disputarse. Quizás pudiese ser hasta un día de celebración de ascenso, pero eso es aventurarse demasiado.
Para los rojillos es básico llegar a estas alturas con lo deberes terminados o casi, ya que la siguiente salida será al siempre complicado Platges de Calvià, que es quinto en estos momentos y que seguramente seguirá peleando por tener un billete para el playoff. Tras visitar Magaluf, llegará la otra cita marcada en rojo en caso de que el ascenso todavía no se haya logrado, que es el duelo en Ibiza contra el Mallorca B.
El cierre de curso es más amable, pues tocará visitar Felanitx para medirse a un equipo que, si no cambian mucho las cosas, estará descendido. Después será el derbi ibicenco contra el Portmany en Sant Antoni, un encuentro en el que ambos equipos esperan que no haya nada más en juego que la rivalidad local. Por último, la temporada rojilla terminará en casa contra el Mercadal.
Estos son los 10 pasos que tiene por delante el CD Ibiza. Un camino cada vez más corto para cumplir el objetivo del ascenso y poder regresar a Segunda RFEF.