Guillermo Fernández Romo, entrenador de la UD Ibiza, tiene claro que el objetivo es «cambiar» la dinámica actual del equipo «con fútbol». El técnico no mostró ninguna debilidad a la hora de ser preguntado por un posible adiós al cargo en caso de encadenar nueve partidos sin ganar este fin de semana. «Sé cuál es mi trabajo y, ahora, es cambiar esta dinámica con fútbol, juego, emoción y esperando el partido del domingo», dijo.
El técnico es consciente de que la situación actual es «difícil e inesperada». «Aquí no se trata de hacer un acto de fe, sino de darle poso y contenido a todas las cosas que hemos sido capaces de hacer bien, siendo conscientes de la situación y de la dinámica», expuso.
El míster considera que lo que les ha faltado es «justamente lo que nos sobraba anteriormente: ser más competentes y tener una emocionalidad buena todo el partido». «Si hubiéramos cambiado de deporte, estaría más nervioso, pero seguimos jugando a fútbol con buenos jugadores», continuó.
Sobre si, ahora en frío, seguía defendiendo lo que dijo el fin de semana pasado de que el primer puesto era ya «imposible», comentó: «Que yo diga eso no significa que no vayamos a seguir intentándolo o que no nos preparemos para revertir la situación, pero tenemos que centrarnos en nosotros. Todo lo que sea lejano nos ocupará en cosas que no tienen nada que ver. Ahora mismo, lo que sí depende de nosotros es que nos recuperemos en todas las bases y hagamos el mejor partido para poder ganar».