La fiesta del ascenso tiene al mejor invitado posible. El CD Ibiza se mide este domingo (12.00 horas) al Mallorca B en la Pista de atletismo Sánchez y Vivancos. El primero contra el segundo. Tan bueno es el invitado que realmente el ascenso podría ser aplazado, ya que las cuentas rojillas para cantar el alirón pasan únicamente por la victoria. Son siete los puntos que separan a ambos equipos cuando quedan 12 por jugarse. Quedarán nueve a partir del domingo. Así que hay dos escenarios posibles. Victoria, ascenso. Empate o derrota tocará esperar al menos una semana más. Lo que sí está claro es que salvo una catástrofe nunca antes visto el ascenso es un hecho y sólo falta conocer el día.
Así pues, el CD Ibiza se presenta a este partido como el claro dominador de la categoría. Tras 30 jornadas sólo ha sido derrotado una vez. Casañ ha construido una máquina prácticamente perfecta que ha ido devorando rivales a lo largo del campeonato para llegar a estos momentos con una clara ventaja sobre el resto de sus rivales.
Por su parte, el filial mallorquín también llega en un buen momento de forma y sus números no son mucho peores, sólo ha perdido dos encuentros, pero sí ha empatado un par más que le han hecho distanciarse de los ibicencos. Una de esas dos derrotas se produjo precisamente en el partido de la primera vuelta cuando los rojillos asaltaron Son Bibiloni con un gol de Marquitos en el tramo final del encuentro.
En el seno del Cedé esperan poder celebrar el ascenso este domingo delante su afición y contra un rival como el Mallorca B. El cuadro sería el ideal para una fiesta con la que llevan soñando desde que se consumó el descenso el curso pasado.