Antonio Marí Moreras (Ibiza, 1946) es desde este viernes presidente del CD Ibiza de manera oficial. El máximo responsable de la entidad rojilla, que pronto cambiará de nombre, considera que el cambio de equipo de gobierno en Vila no ha servido para solucionar los problemas de su club.
—Llevaba ya un tiempo ejerciendo como presidente pero oficialmente lo es desde anteayer. ¿Ha cambiado algo?
—No cambia nada. En la gerencia de una empresa siempre hay un consejo de administración que la lleva. Nos hemos convertido en empresa y lo lleva un consejo. Desde hace tiempo todo el mundo me llama presidente sin ser oficial. Yo nunca he querido ser presidente. En agosto hubo problemas importantes y me pidieron que yo lo fuera para que la cosa continuara. Dije que sí para que no se complicara nada. Yo no me he jubilado para sufrir, pero mi hobby es el fútbol y estoy a gusto. Si no me gustara, no estaría.
—¿Cómo se ha formado el consejo de administración? ¿Son personas de su confianza?
—Las nombro yo y son personas de mi confianza evidentemente. Somos cinco. Luego habrá otros que no están integrados en el consejo pero van a trabajar igual que si estuvieran dentro. Paco Esteban ha entrado y será el director general; Vicente López es una persona a la que le gusta más el fútbol que a mí; Pedro Tamayo es un señor totalmente de fútbol, y Sergio Tortosa será el director deportivo. Seguimos igual que siempre.
—¿Qué proyecto es el que ponen ahora en marcha?
—El proyecto de esta temporada se podría mejorar, pero tenemos un presupuesto muy justo. Tenemos un problema grave en Ibiza: la vivienda. Al ser la mayoría de jugadores de fuera, les tienes que dar habitación. Tenemos que fichar jugadores solteros, sin novia ni con hijos. Imagínate que un jugador, por ejemplo, cobra 2.000 euros y hay que pagar otros 1.700 de vivienda. No podemos pagar esas cantidades. Hay que buscar jugadores jóvenes y meter tres o cuatro en una vivienda.
—¿Cómo marcha la confección de la primera plantilla?
—El equipo está casi hecho. Falta un lateral y un central. No creo que venga mucho más. Buscamos un central, pero uno está casado y no puede venir. La plantilla está bien. Tenemos la base del año pasado y hemos traído un delantero.
—Me consta que han iniciado gestiones en el extranjero. ¿Qué buscan con ello?
—A través de Antonio Fernández, una persona muy vinculada a nuestro club y con mucho conocimiento internacional, hemos contactado con personas de fútbol, representantes y propietarios de campos de un país para poder hacer algún intercambio. Si hay algún jugador interesante para nosotros o para ellos, puede hacerse un intercambio para que todos los implicados mejoren. Nos han atendido muy bien y tenemos unos contactos muy importantes que a la larga pueden dar provecho.
—¿En qué estado se encuentran las gestiones para jugar en Can Misses?
—Están como estaban. Nosotros hicimos una petición al Ayuntamiento de Eivissa. Pensamos que ya la UD Ibiza no tiene exclusividad en el campo. Tiene prioridad, pero no exclusividad. Nos gustaría jugar en un campo en condiciones. Yo que acompaño al equipo en casi todos los desplazamientos, me da vergüenza cuando vienen a jugar aquí y ven lo que tenemos. Los estadios y anexos que veo fuera me dan envidia. Aprovecho para decir que ningún ayuntamiento de la isla jamás ha hecho un proyecto a largo plazo para zonas deportivas. ¿Qué se ha hecho en 30 años? No hay un proyecto de extender zonas deportivas para que niños y mayores puedan jugar. Nosotros tenemos 433 niños federados. No podemos admitir más pese a tener una lista de 100 esperando. Yo soy directivo desde el 78 y hay casi lo mismo ahora que entonces.
—¿Es cierto que pedían usar el campo gratuitamente?
—¿Que hemos pedido jugar gratis? ¿Cómo vamos a jugar gratis si desde el momento que hemos entrado en las pistas de atletismo estamos pagando? ¿Dónde vamos a jugar gratis? Me tengo que reír. Pagamos 4.000 euros al mes para jugar en lo que antes se conocía como Can Misses 3. Lo que pasa es que si la UD Ibiza dice que mantener el campo vale 800.000 euros o dos millones, tendrá que demostrarse que vale eso. Nosotros claro que tenemos que pagar. Lo que no tenemos que pagar son cosas que no nos corresponden. Nosotros jugaríamos dos partidos en el campo y ya está. ¿Cuánto vale eso? ¿400.000 euros? Hay mucha tela que cortar. Cuando hay buena voluntad y humildad por las dos partes, seguro que se llega a un acuerdo, pero no ha habido ni voluntad ni humildad. Yo me considero una persona de trato fácil. El que no se entiende conmigo es porque no quiere. Llevo muchos años de empresario. He comprado y he vendido, y sé que es facilísimo entenderse. Aquí llevamos cuatro años con la misma historia y nosotros somos el hijo pequeño.
—¿Preferiría que fuera el Ayuntamiento de Eivissa el que se encargara de decirle a los clubes las cantidades a pagar?
—Eso sería lo lógico, pero el Ayuntamiento dice: «Arreglaos vosotros». Bueno, vale, pero las cosas claras. No puedes decir que eso vale 20 y ya está. Si me demuestran los gastos, yo soy el primero que está de acuerdo. No hay nada gratis en esta vida. Es un campo municipal, pero el césped no es municipal ni arriba ni abajo. Es privado.
—¿Tienen aún alguna opción de jugar en Can Misses?
—No hay que hablar más del tema. Empezamos en Guatemala y, cuatro años después, seguimos en Guatemala. Hace cuatro años, un señor del ayuntamiento dijo que en dos años harían un campo. Yo le pedí que no me mintiera. Si para hacer un colegio, cosa primordial para e l pueblo, tardan siete años, ¿van a hacer un campo en dos años? «Si hay buena voluntad, se hace», me contestó. Mira lo que hay y mira la voluntad.
—Otros presidentes de Sa Deportiva acabaron en el mundo de la política. ¿Va a ser necesario que usted entre en política para que su club sea respetado?
—No tengo vocación de político. Es verdad que la gran mayoría de presidentes pasaron a política. Yo no. Algún defecto tendré cuando jamás ningún grupo político se ha dirigido a mí para eso. Ninguno: ni tinto, ni blanco ni rosado. Algo malo deben ver en mí cuando nadie viene.
—¿A qué se debe el cambio de nombre a Sociedad Deportiva Ibiza?
—Los nostálgicos de la época deseábamos recuperar ese nombre, cosa que era imposible hasta hace muy poco. Había una deuda muy gorda y nadie la pagaba, y, por tanto, no se podía. Una vez que ha prescrito, lo hemos recuperado. Se votó y todo el mundo está dispuesto. No lo seremos ese mes por los trámites que hay que hacer, pero en dos meses jugaremos como Sociedad Deportiva Ibiza. Seremos otra vez el club que representa a Ibiza, con el escudo y los colores del Ibiza. Volveremos a ser el club de los ibicencos.