El Class Bàsquet Sant Antoni sumó este sábado su tercera victoria consecutiva, al batir al Proinbeni UPB Gandía (73-63) en el partido disputado en el Pabellón de Sa Pedrera. El conjunto de Portmany no se cansa de ganar y permanece imbatido en un inicio de temporada espectacular. Esta vez su víctima fue un colista del grupo Este de la Segunda FEB que sólo al final dio su brazo a torcer. Con el triunfo, el equipo entrenado por David Barrio vuelve a ser líder provisional de la fase regular, a la espera de lo que hagan este domingo el Palmer Basket Mallorca y el Prat, los otros dos conjuntos que estaban imbatidos.
El Class no jugó un partido especialmente vistoso, pero le bastó para llevarse el gato al agua. Su máximo anotador fue Greg Gantt (16 puntos), pero Llamas fue el jugador que rompió el choque cuando Gandía estaba con vida. El leonés, que ha dado un paso al frente en su juego, lideró la reacción de su equipo con los valencianos creyendo que podían la sorpresa. En las filas visitantes, Javier Soler acabó con 13 puntos y Kody con 10.
El partido comenzó con un Sant Antoni arrollando de salida, con un 11-0. Gantt percutió el aro visitante con tres de tres en triples, para poner en órbita a su escuadra. Sin embargo, el Gandía despertó del letargo y se recompuso. El primer cuarto finalizó con 19-14. En el segundo cuarto todo siguió parejo, pero daba la sensación de que cuando los ‘portmanyins’ pisaran el acelerador se iban a escapar. Es lo que ocurrió con un triple de Peris y dos puntos más de Arqués (33-23). Esto obligó al Gandía a pedir tiempo muerto para frenar la escalada del bloque ibicenco, que se marchó al descanso ganando cómodamente (38-27).
En el tercer acto, el equipo valenciano puso coraje, intensidad defensiva y buen juego para ponerle las cosas difíciles al Sant Antoni. Un triple de Merencio acercó a los suyos hasta el 44-40. Entonces apareció Llamas para desatascar a los pitiusos con un triple que abrió un parcial de 7-0, con el que el marcador se fue al 55-42 con el que se acabó el periodo. Ya en el último cuarto, Llamas siguió ‘on fire’ para, con cinco puntos más, catapultar al Sant Antoni hasta el 60-42. Una canasta de Arqués, tras el tiempo muerto del Gandía, puso las cosas en el 62-42. El partido estaba roto, a pesar de que los valencianos, muy fatigados ya, se vaciaron hasta el final para intentar maquillar el resultado (73-63). La felicidad sigue instalada en Sant Antoni. Que dure mucho.