La SD Ibiza se ha quedado sin soñar. Los ibicencos se han visto superados este miércoles por el Nàstic, que fue un rival mucho mejor. El 1-2 puede ser incluso corto para lo visto en el Sánchez y Vivancos. El sueño copero rojillo ha durado poco para un equipo y una afición que reunió a unos 500 espectadores en el municipal.
Tras unos primeros cinco minutos de tanteo, el conjunto catalán se hizo con el dominio del choque. Estaban más intensos y verticales y empezaron a crear peligro sobre el área ibicenca. La primera ocasión del partido fue para el Nàstic con un balón al segundo palo, pero el remate fue bloqueado por la defensa a saque de esquina.
El Nàstic estaba mejor y a los 10 minutos encontró el gol en una falta lateral. El balón voló al segundo palo, donde tras un grave error defensivo, Óscar Sanz controló con el pecho, se acomodó el esférico y lo puso al segundo palo, lejos de Torrelavid.
Intentó responder por la vía rápida la SD Ibiza, pero la buena ocasión fue repelida por Rebollo, que sacó un pie salvador. La oportunidad no amedrentó al Nàstic que seguía apretando en busca del segundo gol y lo encontró en el 22. No fue un gol, fue un golazo. Álex Jiménez probó suerte desde su propio campo, pillando adelantando a Torrelavid, que sólo pudo mirar cómo se colaba el balón en el fondo de su portería. Fue además la última acción, ya que el guardameta, con problemas físicos, fue sustituido acto seguido.
El gol fue un jarro de agua fría para el Sánchez y Vivancos, donde sólo se escuchaba a los aficionados del Nàstic que se habían desplazado. No tenía capacidad de reacción el cuadro de Raúl Casañ que se estaba viendo completamente superado por un equipo catalán que a la media hora de juego volvió a tener una gran ocasión.
En el 32, la tuvo la SD Ibiza en una buena acción colectiva en la que el esférico le acabó llegando a Nofre, que se lanzó al suelo para intentar conectar con el balón, pero no pudo conectar bien y la oportunidad se fue al limbo. El propio Nofre, poco después, buscó el centro, pero su balón se marchó por encima del larguero.
En el tramo final de la primera parte, los ibicencos intentaron crecer con el balón, pero lo cierto es que no llegaron a poner en peligro la portería de Rebollo. Así, con el 0-2, el partido se marchó la descanso. Tenían que mejorar mucho los de Casañ si querían sacar algo positivo.
El segundo tiempo empezó con el Nàstic como protagonista. En el 50, lo probaron con una falta directa a la que respondió bien Frías. Cinco minutos más tarde, Nil Jiménez ya cantaba el gol, pero un defensor apareció de manera providencial para sacar el balón bajo palos.
La primera de la SD Ibiza llegó en un saque de banda, que tras peinarse el balón en el primer palo se acabó paseando por el área. Tras esta llegada, los rojillos, con camiseta especial para la ocasión, se hicieron con el balón, pero las ocasiones seguían siendo para los visitantes, como la que tuvieron en el 75, en la que el portero ibicenco estuvo sensacional para enviar el balón a saque de esquina.
Estaba muy cómodo el cuadro tarraconense y tenía el pase de ronda en el bolsillo, pero las cosas se les complicaron cuando en el 88, Bengoetxea aprovechó un balón colgado al segundo palo para cabecear picado y ponerle picante al partido.
En el descuento, la tuvieron los de Casañ, pero el disparo se fue muy desviado. Incluso hubo un momento de máxima emoción porque el Nàstic se quedó con uno menos. Eso sí, no hubo tiempo para mucho más porque tras la falta y el despeje visitante, el árbitro señaló el pitido final. La SD Ibiza queda apeada de la Copa.