La espiral de malos resultados de la Peña Deportiva ha llevado a los de Santa Eulària a una situación crítica. El cuadro que ahora dirige Raúl Garrido tiene por delante una misión muy complicada en su intento de conseguir la permanencia en Segunda RFEF. Las cuentas se podrían que resumir en que con siete jornadas por jugarse, los ibicencos deben ganar cuatro encuentros y quizás no sea suficiente. O al menos eso es lo que dice la corta historia de esta categoría.
La situación actual tiene a la Peña en posiciones de descenso con 28 puntos en su casillero. Son tres menos que el Olot, que ocupa la posición de playout y cinco menos que el Andratx que es el equipo que marca la salvación tras ganar sus últimos cuatro partidos.
Todas las temporadas cuando se inicia la competición se suele marcar la línea de los 40 puntos para conseguir la permanencia, pero la realidad es que pocas veces es suficiente y sólo dos veces se necesitaron menos. Analizando los años anteriores y todos los grupos de Segunda RFEF, en la temporada 22/23, en el grupo 5, eñ Coria, que jugó el playout, y el Montijo, se salvaron con 39. Menos necesitó el año pasado el Izarra, que acabó con 36 puntos en el grupo 2, para meterse en esa eliminatoria por la permanencia.
En cuanto al resto de grupos del año pasado, en el 1, se necesitaron 41 puntos para jugar playout y lograr la permanencia directa, ya que empataron en la tabla la Gimnástica de Torrelavega y el Avilés. También 41 necesito el Manchego para meterse en el playout en el grupo 4.
Permanencias caras
En el 3, hubo un triple empate a 44 puntos que mandó al Formentera a un playout en el que acabaría descendiendo. acabaría descendiendo. Esa cifra de 44 puntos tampoco le sirvió al Llerenense que descendió en el grupo 5.
En cuanto al playout más caro de la historia fue el de hace tres años en el grupo 2, cuando Laredo, Logroñés, Mutilvera e Izarra empataron con 45 puntos. Esta cifra es también la permanencia directa más cara en la corta historia de la Segunda RFEF.
Así pues, regresando a la Peña, la cuentas son bastante claras y prácticamente se podría decir que debe ganar cinco de los siete encuentros que quedan para seguir un año más en la categoría. Al menos deben ser cuatro y esperar a que sus rivales no sumen demasiado en este tramo final de campeonato que se prevé de infarto para casi todos los equipos, ya que a excepción de Mallorca B y Badalona Futur todos están jugándose algo ya sea por arriba o por abajo.
En cuanto al calendario peñista, esta semana reciben en Santa Eulària a un rival complicado como es el Lleida. La siguiente viajarán a Cornellà para jugar una final contra un rival que en estos momentos tiene los mismos puntos que ellos.
La próxima cita en casa también será de elevada dificultad, pues el Sant Andreu marcha segundo y es uno de los equipos más en forma del calendario. Tampoco se dibuja sencilla la visita al Sabadell.
Dos duelos complicados antes de encarar una recta final en la que habrá tres partidos que seguramente deberán ser nueve puntos para poder lograr el objetivo. Olot en casa y Alzira fuera son dos duelos contra dos rivales de la zona baja. Por último, la liga se cerrará en la isla contra el Ilicitano en un choque que ojalá sea decisivo para la permanencia.