En el marco de la Semana Santa, la UD Ibiza ha resucitado. El conjunto celeste ha superado este Viernes Santo al Sevilla Atlético (3-0), rompiendo así la racha de cinco partidos sin ganar. Can Misses volvió a sonreír gracias a los goles de Mo Dauda y Unai Medina, y al autogol de Iker Muñoz.
La puesta en escena fue mala. Los primeros minutos fueron estériles para los celestes que incluso se salvaron en el minuto nueve. En una falta lateral, tras una pérdida grave de Javi Jiménez, el balón le llegó a Da Silva, que remató desde el corazón del área, pero se encontró con una intervención providencial de Guillem Molina que bloqueó el disparo.
La primera acción de peligro en clave celeste llegó en el minuto 14. En una buena transición, el balón le llegó a Bebé, que probó suerte con un potente disparo que se fue cerca de la portería sevillista. La ocasión espoleó a los ibicencos que tuvieron un par de llegadas prácticamente seguidas, pero con buenos centros que no encontraron rematador.
La UD supo aprovechar esa mejoría para hacer el primero. Unai Medina recibió al espacio un pase de Guillem Molina y puso el balón hacia adelante para que Mo Dauda la mandase al fondo de la red. 1-0, mandaban los ibicencos en Can Misses en el minuto 18. Con este tanto, el atacante ghanés se convertía en el máximo goleador celeste.
Tres minutos después llegó una nueva oportunidad para los pitiusos que querían hacer daño. Tras un rechace, Gallar disparó de volea, pero respondió bien el portero visitante, Alberto. La jugada continuó y el balón acabó en los pies de Unai Medina, que lo probó, pero sin mucha potencia.
El Sevilla Atlético demostró que todavía seguía en el partido. Alexandro realizó una maniobra deliciosa para irse de su par y estuvo a punto de sorprender a Ramón, que la desvió a saque de esquina. Un córner que generó apuros, pero que quedó en nada.
En el 33, volvió a tener una ocasión el cuadro de Paco Jémez. Gallar se fue por línea de fondo, puso el centro y ni Olabe, ni Zarzana, ni Unai Medina fueron capaces de encontrar la portería en las tres opciones de las que gozó el equipo.
No hubo que lamentar nada porque en la acción inmediatamente posterior llegó el segundo. Mo Dauda recuperó el cuero en una gran acción de presión. Este le llegó a Olabe, que disparó con potencia, Alberto repelió y el esférico le golpeó a Iker Muñoz, que lo introdujo en su propia portería. Se aliaba la suerte con la UD Ibiza para que el segundo subiese al marcador.
En el tramo final de la primera parte, no pasaron demasiadas cosas. Eso sí, el balón era del conjunto celeste, que tocaba buscando huecos ante un Sevilla Atlético que lo fiaba todo al balón en largo y la segunda jugada, algo extraño en un filial. La última fue para Mo Dauda, que golpeó mal en una acción que llevaba peligro. 2-0 y jugadores a vestuarios. Había tranquilidad en las gradas de Can Misses.
La segunda parte empezó con un paisaje similar. Dominaban los de Paco Jémez, que tuvieron una buena oportunidad en un balón al espacio para Zarzana, en la que el extremo decidió muy mal. Más allá de esta acción, poco iba pasando aparte del tiempo. Los dos equipos buscaban un último pase que diese la oportunidad.
Esta llegó para los andaluces en el 64. Collado, que había entrado en el descanso, disparó desde la frontal del área y el esférico se estrelló en el larguero. Respondió Mo Dauda con una buena maniobra, pero con un disparo que se fue muy desviado. Acto seguido, fue Bebé el que lo intentó con un disparo que también se fue lejos del marco.
En el 76, saltó la alegría en Can Misses, pero fue efímera, pues el linier no tardó en levantar la bandera para anular el tanto de Bebé. El extremo había embocado un rechace tras una buena acción de Gallar y Dauda, que acabó con disparo de Unai Medina.
Un par de minutos después, Jémez introdujo un triple cambio para refrescar al equipo de cara al tramo final e intentar cerrar una victoria que hacía tiempo que se resistía. Eugeni, Quique González y José Albert entraron por Bebé, Jesús Álvarez y Mo Dauda.
La sentencia la tuvo Olabe en el 84. El centrocampista llegó bien en la segunda línea y recibió un buen pase de Unai Medina. La ocasión era clarísima, pero Olabe no encontró la portería, para desesperación de la afición.
No hubo que lamentar nada, pues en el descuento, Unai Medina culminó su gran partido con una nueva cabalgada por la banda y un potente disparo para poner el 3-0 y cerrar el encuentro. El Sevilla Atlético pudo hacer el gol del honor en una acción de Di Massimo, pero el disparo se fue rozando el palo. Final. Tres puntos y la UD Ibiza vuelve a sonreír. Los celestes resucitan a tiempo en esta Semana Santa.