La SD Ibiza salvó un punto sobre la bocina ante el Porreres (1-1) gracias a un gol de Diego Jiménez. Los ibicencos que pudieron ganar el partido en la última acción, ofrecieron una versión gris en un derbi en el que tras el gol visitante apenas generó ocasiones hasta los últimos 10 minutos. Fue un final de locura en el que terminó llegando un empate que termina siendo un punto valioso, ya que se trataba de un enfrentamiento entre dos equipos llamados a pelear por la permanencia.
La primera ocasión de peligro no tardó en llegar y lo hizo con Montalbán como protagonista. El atacante rojillo controló con el pecho, pero no pudo disparar con potencia y Víctor Méndez no tuvo problemas. Un minuto después era Álex Sánchez el que la tenía. El delantero recibió el espacio y tocó el balón por encima del portero visitante, pero Jorge García llegó providencial para evitar que el balón traspasase la línea de gol.
La respuesta mallorquina llegó en el minuto seis con un buen disparo de Poo al que respondió bien Kirijevas. Antes del 10, ya lo había vuelto a intentar el cuadro de Raúl Casañ. Estaba entretenido en el inicio de este encuentro, con el conjunto local siendo el claro dominador.
El Porreres, poco a poco, consiguió enfriar la buena salida ibicenca y el encuentro se fue igualando. Sergi antes de la media hora dio un nuevo aviso en clave mallorquina y Pau Mascaró hizo el 0-1 en el 32. El delantero visitante recibió fuera del área, avanzó sin que nadie le saliese al paso y sorprendió a Kirijevas con un disparo lejano ajustado a la base del palo.
El gol hizo daño al conjunto ibicenco que tardó en volver a coger el pulso al partido. No fue hasta los minutos finales de la primera en el que volvió a encontrar el camino para cargar el área. Eso sí, sin encontrar rematador. Le tocaba mejorar en la segunda parte si quería darle la vuelta al encuentro.
El segundo acto arrancó con un nuevo tiro de Mascaró, pero en esta ocasión el portero lituano de los de Vila sí estuvo seguro. Acto seguido lo intentó Pepe Bernal, pero antes del 50 era otra vez Mascaró el que lo intentaba con un disparo desviado. El propio atacante mallorquín obliga a Kirijevas a hacer una nueva parada. No había salido bien la SD Ibiza.
Los minutos iban pasando y no encontraba el camino el equipo de Raúl Casañ, que iba moviendo el banquillo, pero con poco éxito. Daba mayor sensación de peligro el Porreres cuando se estiraba.
A los 10 últimos minutos se entró con la sensación de que los ibicencos no eran capaces de hacer daño a una defensa mallorquina que estaba muy junta. El balón era rojillo, pero estéril. No habían sido capaces de generar ni una sola ocasión de gol en toda la segunda parte. La solución del técnico valenciano fue sacar a Tomás Bourdal, un central, como delantero centro para poder cargar el área con centros.
El plan estuvo a punto de salir a la perfección en el 85. Bourdal se encontró un balón cedido por Carretero y lo estrelló contra el larguero. La más clara del partido y se iba al limbo. Un minuto después en otro balón colgado, Jorge García evitaba el tanto pitiuso sobre la misma línea de gol. Empezaba a sufrir el Porreres.
En el 93, la tuvo Álex Sánchez, pero su disparo fue bloqueado por un central. La SD Ibiza murió cargando el área y encontró el premio en el 94. En otro centro a la desesperada, Diego Jiménez contactó con el balón y puso el 1-1 para delirio de todos. Todavía hubo tiempo para que los porteros fueran protagonistas. Primero, Kirijevas salvó los muebles rojillo y, después, llegó un paradón de Víctor Méndez a un disparo extraordinario de Carretero. Una parada antológica en un final de locos en Sant Rafel.