El Gasifred dio la cara este martes ante el Jaén Paraíso Interior (2-3). Los ibicencos le jugaron de tú a tú a uno de los mejores equipos del fútbol sala español, pero se queda sin poder seguir avanzando en la Copa del Rey. Imagen más que digna y ya toca pensar en la liga, donde se están haciendo las cosas muy bien.
Los primeros cinco minutos fueron de tanteo, pero con un conjunto visitante más dominante, intentando mostrar cuál era el equipo de mayor categoría. De hecho, el Jaén ya había tenido un par de acciones de cierto peligro que había conseguido solventar Raúl Sánchez y la defensa pitiusa.
La primera de los ibicencos llegó en los pies de Buitre, que enganchó una buena volea con poco ángulo, obligando a reaccionar al portero visitante para mandar el balón a saque de esquina. Unos segundos después era Vargas el que tenía un mano a mano que no pudo aprovechar ante un Dudú que se hizo gigante. Quería demostrar el Gasifred que también podía hacer daño.
Tras estos minutos en los que los ibicencos estuvieron más activos, el conjunto jienense volvió a hacerse con el control del juego, mientras que los de José Fernández se defendían bien juntos. Pero sin goles se esfumaron los primeros 10 minutos de juego.
Un tanto que llegó precisamente tras pasar el ecuador de la primera parte. Míchel tiró el caño para marcharse en una maniobra deliciosa y le regaló el balón a Power, que hizo el 0-1 a placer. Se adelantaba el Jaén en sa Blanda Dona. La alegría le duró poco a los andaluces, pues Vargas se encargó de poner el 1-1 con un potente disparo en el que no estuvo acertado el guardameta unos segundos después.
El gol sentó bien a los azulinos y el partido se emparejó. No había muchas ocasiones de gol, pero sí ritmo, intensidad y una cierta tensión entre dos equipos que se mostraban parejos. Los minutos pasaban y el que volvió a golpear fue el conjunto andaluz. Míchel aprovechó una jugada de estrategia para hacer el 1-2. Quedaban tres minutos y medio para el descanso.
José Fernández pidió tiempo muerto para intentar reordenar a los suyos y buscar el empate antes de que finalizase el primer tiempo. La tuvo Buitre, pero se encontró con una gran parada de Dudú, que sacó una magnífica mano a la base del poste. Respondió Míchel con un buen disparo que obligó a Sánchez a sacar una buena mano. No hubo muchas más ocasiones y el partido se marchó al descanso con ligera ventaja visitante.
Tras el paso por los vestuarios, la primera gran oportunidad fue para los ibicencos. Ricardo puso a prueba a Dudú, que respondió con seguridad. Una acción solitaria dentro de unos primeros cinco minutos en los que todavía no se querían correr riesgos. Por su parte, las mejores ocasiones de los visitantes llegaban de sus saques de banda, que optaban por un golpeo fuerte al área buscando un pie amigo.
Estaba el partido igualado, sin demasiadas ocasiones, pero Esteban se encargó de hacer saltar todo por los aires. El jugador del Jaén soltó un auténtico misil para poner el 1-3. Todavía quedaba tiempo, más de 12 minutos, pero las cosas se empezaban a complicar para el Gasifred.
Los de Vila no encontraban el camino para desarmar a una defensa andaluza que estaba muy firme. Trabajaba moviendo el balón el cuadro local, pero no había manera. Los minutos caían y cada vez quedaba menos tiempo.
A falta de tres minutos y medio llegó el momento de arriesgar con el portero-jugador. El plan salió bien, pues Uge, con la camiseta de portero, metió un gran gol para desatar la ilusión en sa Blanda Dona. Quedaba un minuto y siete segundos para buscar la gesta. No pudo ser. El Gasifred cayó de pie.