La SD Ibiza atraviesa su mejor momento de la temporada. No en vano es el equipo más en forma del grupo, con 13 de los últimos 15 puntos. El cambio de hogar a Sant Rafel ha sido una bendición para un equipo que buscará este domingo (12.00 horas) ante el Atlètic Lleida su quinta victoria consecutiva en casa. Tres puntos más para irse al parón navideño con la moral por las nubes y un pequeño colchón sobre los puestos de descenso.
De hecho, los catalanes son uno de los rivales directos en la pelea por la salvación, un equipo al que pueden dejar muy tocado, ya que se encuentra hundido en la tabla. Meter tres puntos más elevaría la diferencia hasta los 12 puntos.
El Atlètic Lleida llega a la isla en una muy mala dinámica. Aunque empató la semana pasada ante el Sant Andreu, ese es su único resultado positivo desde el 15 de noviembre. Acumulaba tres derrotas consecutivas que le han hecho caer hasta la penúltima posición. Además, llegará con dos bajas importantes, las del delantero Moro Sibide y el central Aldo One, ambos titulares habituales, sancionados por acumulación de amarillas.
También hay que destacar que los ilerdenses son el peor visitante de la categoría, con solo dos puntos lejos de su feudo. Sus números fuera de casa son cuatro goles a favor y once en contra en siete encuentros. Por el contrario, los ibicencos, con cuatro victorias consecutivas en Sant Rafel, empiezan a consolidarse como uno de los mejores locales.
A priori, las cosas pintan bien para la SD Ibiza, pero su técnico Raúl Casañ no quiere ningún exceso de confianza. En la previa del encuentro señalaba: «Un partido complicado, contra un rival que no está en un buen momento y que está teniendo muchas bajas. Si pensamos que ya está ganado, nos equivocaremos».
«Es un partido muy importante en el que tenemos que estar muy concentrados, con un buen nivel defensivo y acertar en la portería contraria», añadió. «Los chicos están a un nivel muy alto y queremos irnos de vacaciones con un buen sabor de boca, pero si pensamos que somos unos máquinas, nos equivocaremos», insistió.