Un total de 104 personas han sido detenidas y 119 han resultado heridas, ninguna de gravedad, en los incidentes ocurridos esta madrugada en el centro de Barcelona durante la celebración del título de Liga del Barcelona, según informaron los Mossos d'Esquadra. La celebración del título liguero, en la que han participado más de 40.000 personas, transcurrió sin incidentes destacables hasta que, a medianoche, algunos de los congregados empezaron a subirse a un andamio de un edificio situado en el número 142 de la Rambla, ante la Fuente de Canaletas, y empezaron a quemar los trozos de una lona que habían destrozado.
Simultáneamente, otros de los asistentes comenzaron a dañar mobiliario urbano y a lanzar objetos a la policía, como piedras y botellas, por lo que los agentes de los Mossos y de la Guardia Urbana intervinieron, lo que originó una batalla campal que se ha saldado con 104 personas detenidas, acusadas de desórdenes públicos y atentado a los agentes de la autoridad.
Heridos
Los Servicios de Emergencias Médicas atendieron hasta las 3 de la madrugada a 29 mossos d'esquadra y 3 agentes de la Guardia Urbana de Barcelona por contusiones, y a 87 de los participantes en la celebración, aunque nadie presentó lesiones de carácter grave. En los actos de celebración del título de Liga del Barcelona participaron anoche más de 40.000 personas, que se congregaron entre la Rambla, la Plaza Cataluña y las calles adyacentes. La mayoría de ellos volvieron a sus casas hacia la medianoche, tras finalizar las actuaciones programadas en un escenario instalado en la Plaza Cataluña, mientras una pequeña parte de los congregados empezaron a provocar incidentes, causando daños en el mobiliario urbano y efectuando lanzamientos de objetos contundentes contra los agentes que vigilaban el lugar. La rotura de la lona del edificio de la Rambla y la quema de algunos trozos hizo necesaria la actuación de los Bomberos de Barcelona ante el riesgo de incendio y para garantizar la seguridad de las personas.
Desalojo
Los agentes de la Brigada Móvil de los Mossos avisaron por megafonía a los congregados para que desalojaran la zona con el fin de permitir el acceso de los bomberos, pero ante la continua actitud violenta de los mismos decidieron intervenir. Fruto de la actuación policial, los asistentes se dispersaron por los aledaños de la Plaza Cataluña y se dedicaron a dañar el mobiliario urbano y coches estacionados, así como a quemar contenedores, por lo que se procedió a la detención de «los principales alborotadores», según la nota policial. Los Mossos detuvieron a 81 personas, mientras la Guardia Urbana arrestó a otras 23, la mayoría acusadas de delitos de desórdenes públicos y atentado a los agentes de la autoridad, aunque también se han hecho detenciones por hurtos.