Rafael Nadal atraviesa hoy el ecuador de Roland Garros y encara el tramo decisivo de la reconquista del cetro de la tierra. El rey de la arcilla tiene que abrirse paso a costa de Thomaz Bellucci en una batalla que se librará en la Philippe Chatrier (15.30 horas aproximadamente) para seguir al acecho de su séptimo título del Grand Slam y de la cima del planeta tenis. La Copa de los Mosqueteros está a cuatro partidos, pero el camino hacia la esperada batalla final con Roger Federer se presenta cargada de trampas.
El número dos del mundo llega al momento de la verdad con una trayectoria inmejorable. Sus victorias en los Masters 1.000 de Montecarlo, Roma y Madrid y su progresión en su primera semana en París le permiten encarar su cuarto duelo con el nivel físico y mental que precisa un desafío como el que emerge en el horizonte.
Nadal tiene la posibilidad de rebasar la ronda en la que fue apeado el pasado año por Robin Soderling y cada una de sus victorias vendrá acompañada de un importante botín de puntos. No sólo está en juego la corona de París, sino que arranca la guerra fría por la cima del planeta tenis. Federer defiende el título y un tropiezo suyo podría dejar al balear en unas condiciones inmejorables para desbancarle. El mallorquín podría regresar a lo más alto de la clasificación mundial si conquista el torneo y el suizo no accede a la final.
Tras superar al francés Gianni Mina, al argentino Horacio Zeballos y al australiano Lleyton Hewitt, el 'manacorí' quiere mantener la velocidad de crucero que ha impuesto justo antes del primer gran obstáculo que aparece en su camino. Thomaz Bellucci se erige en un examen de nivel para calibrar las prestaciones del balear, que hasta la fecha ha esquivado las emboscadas que ha propiciado la inestable situación meteorológica que está marcando esta edición de Roland Garros.
La amenaza de la zurda del jugador paulista se unirá a las previsiones del tiempo para complicar el trayecto de Nadal. El riesgo de interrupciones por la lluvia, las complicaciones de un clima inestable y el peligro de afrontar una jornada interminable se unirán a las dificultades que planteará un rival con armas suficientes para presentar batalla.
El mallorquín y el brasileño sólo se han visto las caras en una ocasión y fue precisamente en el escenario en el que hoy volverán a encontrarse. Nadal se impuso al paulista en la primera ronda de Roland Garros en 2008 (7-5, 6-3 y 6-1) y Bellucci ya dejó entrever las cualidades que le han convertido en uno de los mejores especialistas sobre tierra batida del momento.
La superficie roja es en la que se siente más cómodo y los dos trofeos que brillan en sus vitrinas (Gstaad'09 y Santiago'10) los consiguió sobre arcilla. Este año ha conseguido 19 victorias sobre tierra batida sufriendo siete derrotas, unos resultados que le han permitido asentarse en el 29º puesto del ranking ATP, donde su mejor clasificación llegó a principios de mayo al escalar hasta el 26º lugar. Es el cuarto jugador que más triunfos ha cosechado en tierra, ya que sólo le superan David Ferrer (29-6), Juan Carlos Ferrero (20-5) y Fernando Verdasco (21-3). No obstante, ninguno puede presumir de una hoja de servicios inmaculada como la de Nadal, que en 2010 atesora 18 victorias en otros tantos partidos en los que sólo ha cedido dos sets de los 41 que ha jugado. Pero la superioridad del balear sobre la tierra se encuentra ya ha superado un lustro. Y es que desde 2005 el mallorquín ha ganado 172 de los 178 encuentros que ha jugado sobre el polvo de ladrillo, donde sólo cedió en dos de las 29 finales que ha disputado.
El de hoy será el segundo partido de Rafael Nadal ante un jugador zurdo y el mallorquín intentará alargar su trayectoria ante rivales que utilizan su mismo brazo. El balear ha salido airoso en 45 ocasiones de 48 partidos frente a jugadores zurdos. En su camino hacia los octavos de final el rival del mallorquín ha dejado en la cuneta en este orden al francés Michael Llodra, Pablo Andújar e Ivan Ljubicic.
Siguiente obstáculo
El siguiente obstáculo con el que podría toparse Nadal en los cuartos de final será un enemigo íntimo: Nicolás Almagro o Fernando Verdasco. El murciano y el madrileño también se juegan hoy los cuartos, una ronda a la que aspira Novak Djokovic, que deberá superar al estadounidense, Robby Ginepri, verdugo de Ferrero. Alejados de los focos, pero con el mismo objetivo medirán sus fuerzas Teimuraz Gabashvili y Jurgen Melzer, que podrían toparse con el serbio o el estadounidense para pujar por las semifinales.
La hora de la verdad
Tolo Jaume | París |