Fernando Alonso y el brasileño Felipe Massa, pilotos de la escudería Ferrari de Fórmula Uno, han sido los protagonistas principales de la exhibición que ha servido de cierre de las Finales Mundiales de la firma automovilística italiana que ha tenido como sede el circuito Ricardo Tormo de Cheste (Valencia).
Alonso ha salido a la pista con un monoplaza de Ferrari de 1954 y ataviado con un protector de la época a modo de casco y gafas antiguas, mientras que Massa ha hecho lo propio con un modelo de los años sesenta.
También ha participado, al volante de un descapotable clásico, el presidente de Ferrari, Luca Cordero de Montezemolo, acompañado por Emilio Botín, presidente del Banco de Santander, uno de los principales patrocinadores de la escudería.
Tras dar un par de vueltas al trazado, Alonso y Massa han saludado a los aficionados desde el asfalto y se han dirigido por la megafonía del circuito a los espectadores asistentes para agradecer tanto su presencia en Cheste como su apoyo durante del año.
El momento más atractivo de la jornada ha llegado cuando Alonso, Massa y Badoer salieron a la pista con los monoplazas F-10 con los que han disputado el Mundial de 2010 y con los que han dado una serie de vueltas al Ricardo Tormo en el que los pilotos intercambiaron adelantamientos, y que ha contado también paradas en boxes.
Los tres pilotos han cerrado la actuación con unos trompos en la recta de tribuna ante los miles de aficionados de Ferrari que han poblado las gradas.
En la exhibición general también han participado los dos pilotos probadores del equipo Ferrari de Fórmula Uno, Marc Gené y los italianos Giancarlo Fisichella y Luca Badoer, quienes han posado ante los fotógrafos junto a Alonso, Massa, Montezemolo y Stefano Domenicali, director de la escudería.
Las Finales Mundiales de Ferrari constituyen la fiesta final de temporada de la marca transalpina, una reunión entre pilotos, aficionados y clientes que ha tenido su punto culminante con el desfile en el que participaron los pilotos del equipo de Formula Uno, Fernando Alonso y Felipe Massa, junto a otros pilotos de equipos oficiales de la escudería.
Junto a las competiciones oficiales de que la marca celebra durante todo el año, Ferrari ha preparado en estas finales mundiales actividades no competitivas incluidas en su programa de carreras de clientes, como el proyecto FXX, que pone en pista ocho prototipos exclusivos, no homologados para rodar fuera del circuito.
Además, el programa F1 Clienti posibilita que aficionados a la marca italiana puedan probar monoplazas que la escudería de Maranello ha utilizado en anteriores ediciones del Mundial de Formula 1, como el F2007 utilizado por Kimi Raikkonen, así como los F2004, F2002 ó F2001 de Michael Schumacher, años en los que Ferrari fue campeón del Mundo.
Junto a los coches campeones, durante el fin de semana hasta once monoplazas han rodado también sobre el circuito, como el F2005 de Michael Schumacher, el F1 87/88 pilotado en ese año por Michele Alboreto y Gerhard Berger, un 412T2 conducido también por el austríaco en 1995, un modelo 333SP ó el F399 que el alemán utilizó para sus test en 1999.
Asimismo, los F2005 de Rubens Barrichello, o los coches utilizados por Michael Schumacher para los test de aquella temporada, el coche de pruebas de la temporada 2004, el F300 pilotado por el alemán y Eddie Irvine en 1998 y el 310B de la misma pareja en el Mundial de 1997 son otros de los históricos monoplazas que han rodado por el trazado valenciano.