El Manchester United viajó a Alemania para encarar sus séptimas semifinales de Liga de Campeones bajo el reinado de Alex Ferguson ante el Schalke de Raúl González, un rival consciente de haber alcanzado ya una cumbre que nadie se hubiera atrevido a pronosticar en medio de una temporada problemática. El momento del equipo es curioso puesto que, tras haber logrado el pase a semifinales en esa competición y haber asegurado la permanencia en la Bundesliga, ha empezado a enfrentar el torneo doméstico con cierto relajamiento. Al duelo llega el Schalke con la duda del central Benedikt Howedes, que no jugó el sábado contra el Kaiserslautern por un tirón en los abdominales y con quien los médicos están trabajando a toda máquina para tenerlo a punto para el primer partido contra los ingleses.
Bajo el mandato de Ferguson, el Manchester ha alcanzado seis semifinales. De ellas, ha ganado tres y ha perdido otras tantas. Por encima de cualquier récord, el que domina en esta ocasión es el logro de no haber encajado aún ningún gol en sus viajes por Europa esta temporada, en la que el United ha cosechado cuatro victorias y un empate en sus cinco partidos como visitante.