Las promesas y acuerdos alcanzados por las conselleries d'Esports y Medi Ambient para la reapertura del circuito provisional de sa Coma han quedado en papel mojado. Ésa es, al menos, la impresión que tiene a día de hoy el colectivo del motor y la recientemente elegida delegación insular de motociclismo.
Se cumple un mes desde el cierre de la instalación por motivos medioambientales y los pilotos pitiusos han explotado. Desde diversos foros han denunciado una situación de desidia por parte de las instituciones competentes. Algunos dan por hecho que no correrán en lo que resta de verano. La mayoría da por perdida la temporada.
La gota que ha vuelto a colmar el vaso de su paciencia ha sido el retraso en la limpieza de los márgenes del circuito por parte del Consell, quien se comprometió a cumplir este punto de la normativa contra incendios presentada el pasado 6 de junio por parte de Medi Ambient. «Limpiaron un poquito y se fueron, estuvieron un par de horas. Del circuito de motocross no tocaron absolutamente nada. Se lo dijimos y dijeron que no podían. Nosotros hemos cumplido con nuestra parte; hemos comprado dos cubas de agua y un camión. Hemos hecho todo y en tiempo récord», afirma Matt Rodríguez, delegado insular, quien recuerda que el Consell es el propietario de esos terrenos: «No sé por qué tenemos que encargarnos nosotros de esto. Nos dijeron que pidiéramos presupuesto. La empresa Tractores Torres nos pide 8.000 euros, pero tardaría un mes. Esperemos que el Consell se haga cargo».
Movilizaciones
Mientras tanto, el nerviosismo cunde entre los pilotos de la Isla. «Si para el próximo sábado día 30 de junio no han empezado las limpiezas, que empiecen los ‘entrenos'. Que venga el que tenga que venir y nos echen si pueden. Concentración de pilotos día 30 en sa Coma», advertía un piloto en una conocida red social. La movilización será secundada por la delegación insular, que avisa de que los entrenamientos a partir de ese día se llevarán a cabo «en las condiciones de las que dispongan los pilotos y en el lugar que puedan en caso de permanecer cerrada la instalación de sa Coma, asumiendo las consecuencias oportunas».