El suizo Fabian ‘Espartaco' Cancellara (Radioshack) recuperó su mejor versión para arrasar en el prólogo del Tour de Francia, disputado en Lieja con un recorrido de 6,4 kilómetros, por lo que estrenó el maillot amarillo de la presente edición.
En el mismo escenario donde el ciclista de Berna estrenó en 2004 su lista de 8 victorias en el Tour, también en un prólogo y sobre la misma distancia, Cancellara volvió a mostrar su fuerza bruta para imponerse por 7 segundos al británico, y gran favorito, Bradley Wiggins (Sky) y al francés Sylvain Chavanel (Omega), segundo y tercero respectivamente.
Después de romperse la clavícula por cuatro partes en el Tour de Flandes y ser derrotado por el eslovaco Peter Sagan en el prólogo de la Vuelta a Suiza, era una incógnita el rendimiento de Cancellara, pero su segunda parte de la carrera fue espectacular, rodó a tope en el complicado circuito de Lieja y entró con un tiempo insuperable de 7.13 minutos, a una velocidad de 53,2 kms/hora.
Solo superado por el cuatro veces campeón del mundo y olímpico contrarreloj, Bradley Wiggins mandó el primer aviso con el mejor registro entre los favoritos y abrió las primeras diferencias. Ganó el duelo a Evans, que se dejó 10 segundos sobre el británico. Salvaron los muebles con solvencia el ruso Denis Menchov y el italiano Vincenzo Nibali, que cedieron 6 y 11 segundos respectivamente.
Alejandro Valverde (Movistar) y Samuel Sánchez (Euskaltel) se llevaron el primer bocado en la ciudad valona, la única que ha acogido etapas de Tour, Giro y Vuelta. El murciano se clasificó a 35 segundos de Cancellara y el asturiano a 40. Entre medias el luxemburgués Frank Schleck cedió 38.
Diferencias que poco dicen en el estreno de la carrera, pero que evidenciaron el buen momento de Wiggins, que salió a disputar, arriesgando lo suficiente para ganar la etapa.