La Ruta de la Sal cumple 26 años. El evento fue presentado ayer en Salón Náutico Internacional de Barcelona con la presencia, entre otros, de Vicent Serra, presidente del Consell; Carmen Ferrer, consellera de Turisme; Pepita Gutiérrez, alcaldesa de Sant Antoni; Vicent Ribas, regidor de Turisme del Ayuntamiento de Sant Antoni; y Pep Tur, presidente del Club Nàutic Sant Antoni. Ya son 26 años y más de 7.000 millas salpicadas de océanos de anécdotas, éxitos deportivos, navegaciones cargadas de magia y, sobre todo, mucho sabor a sal. Y esto lo han disfrutado los más de 50.000 regatistas que han participado en la Ruta de La Sal desde su primera largada en 1989, sin olvidar a los miles de acompañantes y simpatizantes.
Para una regata, 26 años son muchos. Pocas pueden acreditar una existencia tan larga sin haber cambiado los planteamientos básicos que justificaron su creación. Posiblemente, éste sea el gran éxito de este gran evento. La Ruta de La Sal nació como una regata de altura basada en un recorrido que, aunque relativamente asequible en distancias, ofreciese todas las ventajas de una gran regata en alta mar: zarpar de un puerto para arribar a otro. Si además es una isla, mejor que mejor. Si esta isla es Eivissa, el tema no tiene discusión. Navegación nocturna, indispensable, enigmática.
ANAM, apostando por una política de claro fomento de la navegación de altura, no ha dejado de trabajar para que en La Ruta de La Sal exista una posibilidad de competición para cada tipo de barco. Esto siempre gusta y, además, dulcifica mucho la singladura hasta las Pitiüses. Luego, en Eivissa, se cita un ambiente rabiosamente marino, con un programa de apoyo que permite dar bordos de todo tipo.
Las dos versiones
La Versión Norte de La Sal zarpará el próximo 28 de marzo de 2013 desde el CM Port Ginesta. Se competirá sobre un recorrido de 140 millas, con rumbo directo hasta el CN Sant Antoni de Portmany.
La Versión Este, que partirá el mismo día desde el RC Náutico de Dénia, se verá obligada a cubrir un circuito de 120 millas que implicará tomar Formentera por babor, la Isla de Tagomago y, navegando por la costa norte de Eivissa, llegar hasta Sant Antoni. Este último recorrido podría modificarse si las condiciones meteorológicas así lo sugiriesen.
En la arribada a Eivissa continúa el nuevo formato del Village de La Sal, ubicado en el Club Nàutic Sant Antoni, proyectado como centro de referencia obligado donde participantes, visitantes y todo el que se sienta atraído por la magia de la competición de altura podrán disfrutar de una amplia gama de prestaciones que, sin duda alguna, permitirán que su estancia en la Isla sea más agradable. Como dijo Pepe Ferres, «haciendo que entre todos se mantenga un estilo de regata muy propio, con una gran personalidad. Una prueba muy carismática que, ante todo, fomenta el amor a la navegación de altura y al mar».