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El campeón empieza con un recital

Los jugadores del Barcelona Dani Alves, Adriano y Leo Messi celebran un gol. | Reuters

| Camp Nou, Barcelona |

F.C. Barcelona 7 - 0 Levante

F.C. Barcelona: Valdés; Alves, Piqué, Mascherano, Adriano, Busquets, Cesc, Xavi, Alexis Sánchez (Neymar, min.64), Messi (Iniesta, min.71) y Pedro (Tello, min.76).

Levante: Navas; Pedro López, David Navarro, Rodas, Juanfran, Sergio Pinto (El Adou, min.46), Simao (Pallardó, min.46), El Zhar (Ivanschizt, min.64), Rubén, Xumetra y Barral.

Goles: 1-0, min.3: Alexis Sánchez, 2-0, min.12: Messi. 3-0, min.24: Dani Alves. 4-0, min.26: Pedro. 5-0, min.42: Messi (p). 6-0, min.45: Xavi. 7-0, min.72: Pedro.

Árbitro: Del Cerro Grande (Colegio madrileño). Mostró tarjeta amarilla a El Adoua (min.49), Rodas (min.68) y Neymar (min.88).

El Barcelona inició esta tarde a lo grande la defensa del título: con un recital de fútbol ofensivo y una goleada de escándalo (7-0) ante el Levante de Joaquín Caparros quien, tras lo visto este domingo en el Camp Nou, tiene mucho trabajo por delante para convertir al conjunto valenciano en el bloque competitivo de las últimas temporadas.

El Tata Martino ya advirtió en la víspera que sus hombres querían enviar hoy un mensaje inequívoco al resto de equipos de la Liga: que siguen siendo el rival a batir y que no ha perdido ni un ápice el hambre de títulos.

Al Levante le quedó claro en veinte minutos, el tiempo que tardó el Barça en finiquitar el partido. Hasta media docena le cayó a la escuadra granota en la primera mitad.

De Pedro para Alexis, de Cesc para Alves, de Pedro para Messi, de Messi para Pedro, de Alves para Xavi. Todos a velocidad de vértigo, todos a uno o dos toques, todos hilvanados a costa de la movilidad hiperactiva no solo de los puntas azulgranas sino también de sus compañeros llegados desde la segunda línea.

Sin Neymar, Iniesta y Jordi Alba, que no salieron en el once titular, el Barça y su fútbol coral destrozaron a un Levante indolente que no supo contrarrestar su evidente inferioridad técnica con agresividad y algo más de presencia física.

Al contrario, fueron los jugadores azulgranas, mucha más intensos, más metidos, quienes salían indemnes de cada choque, metían la pierna cada vez que era necesario y se anticipaban a cada balón dividido.

Para colmo de despropósitos visitantes, Pedro López hizo un penalti tan estúpido como innecesario a Adriano, cuando este controlaba el balón en el vértice del área y de espaldas a la portería, para que Messi hiciera doblete.

Obsesionados con recupera la presión que les convirtió en un equipo prácticamente imbatible, los hombres de Tata Martino salieron a ahogar al Levante desde el primer minuto.

Ante el terrible acoso azulgrana, veteranos como Juanfran o David Navarro, curtidos ya en mil batallas, resoplaban exigidos en cada jugada, desbordados en cada llegada de los locales, multiplicados para achicar multitud de balones desde su propia área.

Barral no la olió en su debut con el conjunto valenciano, hasta pasada una hora larga de partido y, si no llega a se por Navas, que voló a una vaselina de Messi y a una falta a la escuadra de Xavi, los de Joaquín Caparros se hubiesen ido con ocho goles al descanso.

El Levante formó un piña en el campo antes de que arrancara la segunda mitad. Una conjura que no tenía otro propósito que no repetir el desastre de los primeros cuarenta y cinco minutos, donde ni siquiera se acercó a la meta defendida por Valdés.

Para lograrlo, Caparrós cambió a Sergio Pinto y Simao, su improvisada pareja de mediocentros, por El Adou y Pallardó. La venta de Iborra y la lesión de Diop han dejado un agujero en el centro del campo granota y por ahí empezó a desangrarse hoy el equipo.

Messi, Piqué y Adriano pudieron ampliar al inicio de la reanudación, pero a esas alturas del choque, el Barça ya había quitado, como era lógico, el pie del acelerador.

Martino dio entrada a Neymar y sentó a Messi -algo muy poco habitual en sus predecesores aun con el partido ya resuelto- para meter a Iniesta.

Sin embargo, fue Pedro el que haría el séptimo del partido y segundo de su cuenta particular, después de un error garrafal de Rodas, que le regaló el balón a Cesc.

Pasada la media hora de la segunda, el Levante se acercaría por primera vez a la meta de Valdés, pero el balón de Barral salió alto. Ya en el tiempo añadido, un libre directo del austríaco Ivanschizt obligaría al portero del Barcelona a intervenir por primera y única vez en todo el partido. Lo que hace una idea de la pobre imagen que dio esta tarde el Levante en el Camp Nou.

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