El Comité Olímpico Internacional (COI) ha elegido este sábado en la capital argentina a Tokio como sede de los Juegos Olímpicos de verano de 2020, decisión que ha frenado en seco las aspiraciones de Madrid, al ser eliminada en la primera votación frente a Estambul.
La capital japonesa organizará los Juegos de 2020 tras haber ganado 60 votos de los responsables olímpicos frente a los 36 que recibió la capital turca. Una hora antes y en la primera ronda, Madrid caía frente a Estambul por 45 a 49 tras haber empatado con esa ciudad, puente entre los continentes de Europa y Asia.
La euforia y tremenda ilusión generada las últimas semanas en España en torno a la candidatura madrileña, cuyo respaldo popular alcanzaba el 91 por ciento según el ayuntamiento madrileño, se truncó en los pocos segundos que tardó el presidente del COI, el belga Jacques Rogge, en leer el resultado del desempate.
Los ciudadanos que desde horas antes habían acudido a la madrileña Puerta de Alcalá para seguir en directo las deliberaciones del COI, enmudecieron en ese momento, pasadas las 9 de la noche en España (19.00 GMT), y con gesto incrédulo terminaron con la fiesta en la que nuevamente se esfumó el sueño madrileño.
En su tercer intento olímpico, Madrid presentaba un presupuesto austero de unos 1.900 millones de euros y con el 80 por ciento de las inversiones ya realizadas, frente a los 4.400 millones que se ha fijado Tokio y los 16.800 millones de Estambul.
Los dirigentes que defendían la candidatura madrileña esperaban que los «Juegos madrileños» cambiasen la dinámica actual del país marcada por la crisis: bajar las altísimas cifras de desempleo y animar a los ciudadanos y la economía.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, subrayó tras la eliminación que no se gana siempre y aseguró que esta decisión no va a afectar al ánimo del país.
«No nos gusta el resultado, pero en la vida, y no sólo en el deporte, es evidente que unas veces se gana y otras se pierde (...) «Somos una gran nación, lo hemos sido siempre y lo vamos a seguir siendo», dijo.
El Príncipe Felipe, heredero de la Corona española, reconoció la desilusión, pero invitó a los españoles a que tras este revés sigan adelante y con el ánimo alto.
«Un pequeño revés como este hay que digerirlo, pero tenemos de nuevo que levantarnos», subrayó .
Mientras, el primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, destacó la importancia que tenía para Estambul llegar a la votación final de hoy.
«Tuvimos el potencial para hacer importantes inversiones en un programa de siete años. Pero la evaluación fue como fue», dijo tras lo cual criticó que el COI elegiera la capital japonesa que ya organizó una vez unos Juegos Olímpicos.
2020 será la segunda vez que los Juegos se organicen en la capital japonesa, que también fue sede de la edición de 1964. Japón ha acogido además en dos ocasiones los Juegos de Invierno: en Saporo (1972) y en Nagano (1998).
La decisión del COI pudo con los temores levantados por la crisis nuclear de Fukushima tras el terremoto y tsunami de hace dos años y medio, y respaldó los esfuerzos por la recuperación del país de una catástrofe que en 2011 acabó con la vida de alrededor de más de 18.500 personas.
«El Gobierno ha hecho un programa para resolver el problema y lo está ejecutando. Yo asumo la responsabilidad para llevarlo a cabo», aseguró el primer ministro, Shinzo Abe.
Abe enfatizó que los Juegos Olímpicos de 2020 mostrarán un país «que ha superado el terremoto» y que «desarrolla actividades como un actor mundial».
Tokio pretende así modernizar el legado que dejaron los Juegos de 1964, muestra del «milagro económico» japonés de la posguerra, en los que participaron 5.000 atletas de 93 países.
Los Juegos del 2020 quieren ser ya emblema y motor del resurgir de la tercera economía del mundo, que parece revivir estos meses después de década y media de estancamiento.
En sus primeras ediciones digitales, la prensa española hablaba de «decepción» y «pesadilla» al referirse a la eliminación de la candidatura de Madrid en la primera votación para elegir la sede de los Juegos Olímpicos de 2020.
¿qué demonios pintaba en ese aquelarre perdedor la actriz Amaia Salamanca? Y tantos otros. Desde Cayetano de Alba, que siempre va de gorra, a un sinfín de apesebrados que han costado dinero a los contribuyentes.