El nuevo jugador del FC Barcelona Luis Suárez ha manifestado este martes durante su presentación como nuevo jugador blaugrana para las próximas cinco temporadas que, respecto a la sanción de la FIFA hasta el 24 de octubre debido al mordisco que le propinó a Chiellini en el pasado Mundial, tiene aprendida la lección y que ha tratado este aspecto con profesionales.
«Es un tema privado pero sí, he tratado con personas y profesionales adecuados. Cuando sucedió, estaba muy deprimido, no tenía ganas de hacer nada. Después, con mi mujer y niños, acepté la realidad, pedí perdón al jugador, al mundo del fútbol, a Uruguay. Es pasado, ahora me centro en el Barcelona», reconoció en rueda de prensa.
Nada más producirse la acción en el Uruguay-Italia, pensó en las consecuencias que le podría traer. «Me preocupé, no solo por el fichaje (Barça) sino por mi persona, por lo que había hecho. Es tema del pasado, trato de borrarlo. La lección la tengo que tomar conmigo mismo», señaló.
«Tengo que estar precavido. La sensación de saber que te quedan dos meses para jugar es difícil, pero ya lo acepté y mi cabeza está puesta en entrenar hasta que esté listo a finales de octubre. Estar entrenando ayuda a que pase más rápido, pero espero que todavía pase más rápido. Todavía falta. Es entrenar duro para que el día que pueda jugar esté fuerte. La sanción es la que es y hay que aceptarla», concluyó.
Ahora, olvidado este punto, se centra en poder jugar contra el Real Madrid, el fin de semana del 25-26 de octubre, ya que será el primer partido oficial que pueda jugar como blaugrana tras cumplir la sanción. «Sé que tengo un rol, dos meses para prepararme, y mirar de llegar a la mejor manera al partido contra el Real Madrid. Estoy muy bien y con muchas ganas», se sinceró.