La derrota de Roberto Bautista Agut ante Thomaz Bellucci (6-4, 3-6, 6-3 y 6-2) certificó el hundimiento del tenis español en la Copa Davis, descendido del Grupo Mundial diecinueve años después.
Tras coquetear ya el pasado año con la permanencia, que amarró gracias a una contundente victoria ante Ucrania en la Caja Mágica de Madrid, con Rafael Nadal al frente en la eliminatoria por la salvación, el conjunto ahora capitaneado por Carlos Moyá ha sido incapaz de contener el fracaso.
España salió malparado de Sao Paulo, a donde acudió con un equipo de circunstancias. Sin ninguno de sus principales bazas. Ni siquiera con otros de perfil más bajo pero con cierta experiencia en una competición atípica.
El equipo español jugó con fuego en la misión. Acudió a un escenario tradicionalmente complicado, con el objetivo en juego a domicilio. Sin sus tres mejores jugadores, como Rafael Nadal, David Ferrer o Tommy Robredo. Tampoco sin otros como Fernando Verdasco, Feliciano López o Nicolás Almagro.
Además, Moyá perdió a última hora a Marcel Granollers, una garantía en el dobles con Marc López. Tuvo el capitán que montar un cuarteto con debutantes. Roberto Bautista Agut y Pablo Andújar, responsables de los partidos individuales, no estuvieron a la altura esperada. El dobles, como David Marrero y Marc López, tampoco pudo adueñarse de un punto clave.
Condenada a la segunda categoría España entierra su época dorada. Dominadora del torneo en la última década. Campeón en el 2000, 2004, 2008, 2009 y 2011 cae ahora al 'infierno'.
La última vez que España no jugó en el Grupo Mundial de la Copa Davis fue en el año 1996, tras perder en la primera eliminatoria de 1995 contra Austria. Este curso, salió malparado en la primera ronda tras caer contra Alemania en Fráncfort. Brasil, en esta ocasión, brutalmente alejada del nivel del que presumió años atrás con Gustavo Kuerten al frente, y con Thomaz Bellucci, 83 del mundo, como líder en Sao Paulo ha hundido al tenis español, abocado al descenso.