El piloto francés Jules Bianchi, que sufrió un grave accidente durante el pasado Gran Premio de Japón, salió del coma en el que se encontraba, aunque su estado sigue siendo «crítico», informó este miércoles su familia, y precisó que ha sido trasladado a un centro hospitalario de Niza, en el sureste francés.
En un comunicado, los padres del piloto, de 25 años, indicaron que los médicos le sacaron del coma artificial al que fue inducido tras el accidente, que tuvo lugar el pasado 5 de octubre cuando su monoplaza chocó contra una grúa que retiraba otro coche del circuito de Suzuka.
«Sin embargo», precisaron, «todavía está inconsciente», respira sin asistencia y sus constantes vitales son estables, por lo que entra en la fase de recuperación de sus funciones cerebrales.
Agregaron que mantiene «estables» sus condiciones neurológicas, aunque en estado de gravedad, pero decidieron correr el riesgo de trasladarle en un avión medicalizado desde el hospital nipón de Mie hasta el Universitario de Niza, donde proseguirá su fase de recuperación.
«Jules se encuentra en la unidad de cuidados intensivos», señalaron.
Los padres agradecieron que el piloto siga «esta nueva fase de la recuperación cerca de su casa, donde puede estar rodeado y apoyado por su familia y amigos en general».
Al tiempo, agradecieron el trato médico recibido en Japón y el apoyo de los facultativos a la familia desde que ocurrió el accidente.
La información sobre su estado de salud se produce un día después de que el expiloto Philippe Streiff, tetraplégico tras un accidente en 1989, afirmara que Bianchi quedaría «gravemente incapacitado» si salía pronto del coma.
Además, indicó que el accidente del piloto francés es más grave que el sufrido por el alemán Michael Schumacher mientras esquiaba a finales del año pasado en los Alpes franceses.