El español Carlos Sainz (Toro Rosso), que este sábado firmó una sobresaliente octava plaza en la calificación para el Gran Premio de Australia, primera prueba del Mundial de Fórmula Uno, en la que fue el mejor debutante, declaró este sábado en Melbourne que «nunca» se hubiera imaginado «tan buen debut».
'Carletes', de 20 años, hijo del doble campeón mundial de rallys de mismo nombre, mejoró el noveno puesto logrado en el Gran Premio de Francia de 1956, disputado en Reims, por el Alfonso de Portago, Marqués de Portago, a bordo de un Ferrari y logró el mejor resultado de la historia de un español en una calificación de Fórmula Uno.
«Algo es algo... no ha sido fácil, porque a mitad de la parrilla todo está muy apretado. Pero fuimos cambiando neumático, arañando 'decimita' a 'decimita' y al final hemos logrado pasar», explicó, en declaraciones al canal de televisión Antena 3 el hijo de 'El Matador', campeón del mundo de rallys en 1990 y 1992, con Toyota.
Sainz, que saldrá desde la cuarta fila al lado del australiano Daniel Ricciardo (Red Bull), derrotó en la calificación a su compañero holandés Max Verstappen -con 17 años, el debutante más joven de la historia- y al otro piloto de Red Bull, el ruso Daniil Kvyat, que no lograron clasificarse para la tercera ronda (Q3), reservada a los mejores diez de la calificación.
«Una de las claves es el trabajo», afirmó el talentoso piloto madrileño, ganador de las 'World Series' el año pasado. «Para llegar a la Fórmula Uno hay que trabajar mucho», recalcó Sainz, que cubrió el circuito semi-urbano de Alberrt Park, de 5.303 metros, en un minuto, 28 segundos y 510 milésimas, a dos segundos del tiempo con el que el inglés Lewis Hamilton (Mercedes), último campeón del mundo, firmó la trigésima novena 'pole' de su carrera en F1.
«El temple también cuenta. Tienes que estar siempre muy calmado, porque cualquier error te puede dejar fuera. Nunca te imaginas tan buen debut. Conseguirlo te deja muy buen sabor de boca», manifestó Carlos Sainz este sábado en Albert Park.