Rasmus Larsen, jugador danés de baloncesto del equipo belga Spirou de Charleroi, fue encontrado este miércoles muerto en su domicilio de Jumet (sur de Bélgica), sin que por ahora se conozcan las causas de su fallecimiento.
El club de Charleroi se ha declarado «conmocionado» con la noticia y ha trasladado sus condolencias a la familia del joven, «un chico simpático, apreciado por los seguidores y el equipo», dice la web del Spirou.
Tras conocerse la noticia, la liga belga ha suspendido el primer partido de semifinales que enfrentaba al Charleroi y al Ostende esta noche.
Larsen, que fue jugador del Manresa español y se incorporó al Spirou a principios de temporada, no se había presentado a la cita fijada para el desplazamiento a Ostende, donde el equipo de Charleroi debía disputar la primera ronda de la semifinal de los play-offs.
Preocupado por la ausencia, el club ha intentado contactar al jugador sin éxito.
Un miembro del equipo se ha presentado en el apartamento del jugador, donde ha encontrado al joven muerto en su cama.
«Es una noticia muy dura. Era una persona increíblemente amable y buena. Era una esperanza para el baloncesto internacional. Nuestros pensamientos están con sus padres y con el grupo», ha dicho el director general del Spirou, Benoit Cuisinier.
«El partido ha sido aplazado. Vamos a ver en las próximas horas cómo organizamos lo demás. Pero hoy no es en absoluto la prioridad. Tenemos que encajar el golpe, no estamos bien», ha añadido Cuisinier.
Por su parte, el presidente del equipo, Giovanni Bozzi, ha señalado que lo ocurrido es «un drama», y que el jugador danés «era un chico fantástico».
«Pienso que es una muerte natural, porque no hay signos de nada. Las pruebas previas a la temporada no revelaron nada. Estaba en perfecta salud. No había ninguna señal alarmante. Es terrible», ha añadido Bozzi.