Aceptar la derrota, felicitar al rival, analizar lo sucedido y preparar los siguientes retos. Estos cuatro pasos son el manual que esgrime Rafael Nadal en su vuelta a Mallorca procedente de París. El mallorquín ya ha dado los dos primeros y se dispone a descansar unos días antes de dar los dos siguientes. Nadal pasa página de la derrota en Roland Garros asumiendo la superioridad actual de Djokovic y se confiesa «feliz» y con la seguridad de que las cosas «van a ir a mejor».
El ganador de nueve Copas de los Mosqueteros tiene claro que ha acumulado más éxito en París del que habría imaginado cuando levantó la primera hace hoy diez años. Esta situación le permite relativizar su despedida en cuartos de final. «Lo dije antes, durante y también después del torneo: con Roland Garros no se acaba ni mi carrera ni mis opciones. No hay un cambio drástico ni ganando ni perdiendo», precisa. «La vida y mi carrera siguen», concluye.
«Mi peor momento fue perder la final de Australia del año pasado sin poder competir. Ahora he perdido unos cuartos de final, él ha sido mejor y hay que aceptar su superioridad ayer -por el miércoles- y en los últimos tiempos, así que toca trabajar para seguir teniendo opciones», comenta.
«Debo seguir en la línea del último mes y medio. Empecé el año con tres meses bastante desastrosos a nivel de no estar bien en una pista de tenis, pero con tranquilidad y trabajo las cosas van mejor y van a ir a mejor», asegura. «Dentro de lo negativo sí he tenido mejores sensaciones, no ha sido un mal torneo a nivel de juego», añade.