El Mallorca del Centenario empieza una temporada con el punto de mira puesto en el ascenso a Primera División y su recorrido comenzará frente al Alcorcón (Santo Domingo, 20:30 horas, Canal Plus Liga 2.
El conjunto bermellón dilapidó en su primer año en el infierno un presupuesto cercano a los 20 millones de euros para salvarse en la última jornada de Liga. La campaña anterior tanto la institución como el equipo fue dando bandazos hasta las tres últimas jornadas y ahora va siendo hora de empezar a pensar en volver a la categoría que jamás se debería haber perdido.
Es muy difícil subir en junio de 2016 con el equipo que se confecciona en verano. Lo es para el Mallorca y para cualquier club porque la temporada es tan larga que seguramente en el mercado de invierno ser hará necesario repuntar lo que se ha construido este verano.
Al equipo le faltan todavía un par de guindas. Una importante, la del nueve; otra también fundamental: la de un asistente creativo y por ahí tampoco vendría mal un central más. Pero no se debe quitar mérito al trabajo realizado por Miquel Àngel Nadal y la secretaría técnica hasta ahora. Han llegado doce nuevos jugadores y eso siempre supone una labor de mucho desgaste.
Los últimos dos inicios por el infieron han sido terribles. Sin ir más lejos el pasado curso encadenó las siete primeras jornadas sin ganar y eso supuso un revés terrible porque posteriormente no hubo manera de engancharse al vagón de cabeza. Por lo tanto el primer gran reto del nuevo año futbolístico es empezar bien de una vez por todas y a partir de ahí ir cubriendo pequeñas etapas que vayan llevando al club a meterse en la zona alta.
Chapi Ferrer ha dejado fuera de la lista a los tres jugadores brasileños, también a Coro y a Joselu como futbolistas más notables. Este último no está todavía al mismo nivel que el resto de sus compañeros. El once previsto no diferirá mucho del que jugó el Ciutat de Palma ante el Levante, pero todavía hoy existen dudas razonables debido a la que algunos jugadores como Pereira o Arana no han podido brillar físicamente durante la pretemporada.