Atlético de Madrid 0 - 0 Sevilla
Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Savic, Godín, Filipe; Augusto (Carrasco, m. 46); Griezmann, Saúl (Jackson Martínez, m. 75), Gabi, Koke; y Vietto (Correa, m. 79).
Sevilla: Rico; Tremoulinas, Rami, Carriço, Coke; Vitolo, Krychowiak, N'Zonzi, Escudero (Krohn-Delhi, m. 54); Banega (Cristóforo, m. 75); y Llorente (Gameiro, m. 69).
Árbitro: Iglesias Villanueva (C. Gallego). Expulsó a Vitolo, del Sevilla, por doble amonestación en los minutos 31 y 60, y a Unai Emery, técnico del conjunto andaluz, en el 61. Amonestó a los locales Augusto (m. 4), Carrasco (m. 63), Correa (m. 86) y Filipe (m. 86) y a los visitantes Llorente (m. 34), Carriço (m. 67) y Sergio Rico (m. 82).
El Atlético de Madrid perdió el liderato de la clasificación con un 0-0 contra el Sevilla, cuyo ejercicio defensivo contuvo la ambición del conjunto rojiblanco, enredado contra la consistente muralla atrás de su rival, resistente con diez jugadores desde el minuto 60 y sostenido después por Sergio Rico.
Un resultado frustrante para el Atlético, que lo intentó de todas las maneras y hasta el final, y reconfortante para el Sevilla, que salió a por eso, a por el punto que sumó en el Vicente Calderón, con más mérito incluso por la inferioridad numérica con la que aguantó el empate, tras la expulsión a la hora del duelo de Vitolo.
Presionado por el Barcelona, ganador un día antes en La Rosaleda, el Atlético encaró un partido de extrema incomodidad, el que le planteó el sistema defensivo del Sevilla, muy medido desde la táctica y desde la estrategia de Unai Emery, ideado desde la premisa de que sus opciones pasaban por su fortaleza en la retaguardia.
Y, por extensión, por el enredo ofensivo del Atlético, que asumió que el partido sería de maduración lenta, obligado a un ejercicio de mucha paciencia con la pelota, con momentos de buen fútbol, de velocidad y juego entre líneas, la fórmula con la que destapó las vías entre la hasta entonces impenetrable zaga del equipo andaluz.
Ya había superado el partido su primer cuarto de hora cuando el Atlético encontró el primer resquicio a través de la rapidez y de las combinaciones, culminada por Saúl contra el lateral de la red; una luz mientras los pelotazos surcaban el cielo, entre las batallas aéreas, entre las pugnas y entre el repliegue intensivo andaluz.
Tuvo entonces el Atlético un buen rato, cuando le dio más aceleración y precisión a sus movimientos; sufrió entonces el Sevilla, empujado por el conjunto rojiblanco hacia su área, y contó el conjunto local unas cuantas oportunidades. También su rival, a la contra, con un remate de Banega que tocó en Saúl y el larguero.
Siempre propuso más el Atlético. De principio a fin. En el primer tiempo y en el segundo, del que el conjunto rojiblanco salió con aún más ímpetu, con más fuerza ofensiva, con la entrada del belga Yannick Carrasco por el argentino Augusto Fernández y con ambición, dispuesto a arrinconar a un contrincante conforme con el 0-0.
No lo estaba el equipo rojiblanco, que chocó con el poste en un testarazo del francés Antoine Griezmann, a fenomenal centro de Koke, ni el argentino Luciano Vietto, que un par de regates después fue derribado por Vitolo. Era la segunda amarilla para el extremo visitante, a la hora de partido, en un momento clave del choque.
Un aliciente para la ofensiva final del Atlético, de pronto sin más ocasiones hasta una acción de estrategia terminada por Carrasco y despejada por Sergio Rico, con la entrada después del colombiano Jackson Martínez y del argentino Ángel Correa, con otra parada del portero a tiro de Gabi y con más resistencia defensiva del Sevilla.
Nunca la derribó el Atlético, por todo lo empeño del mundo que le puso para conseguir el triunfo, contenido por su rival y apartado del liderato de la clasificación, de nuevo en manos del Barcelona por la mejor diferencia de goles, pendiente del partido aplazado del conjunto azulgrana y del duelo entre ambos del próximo sábado.