Un árbitro tuvo que abandonar a la carrera su cometido para refugiarse en los vestuarios del campo municipal en A Pontenova (Lugo), tras no pitar un penalti en la última acción de un partido de categoría regional al conjunto local, y ser reprendido por ello y acorralado por numerosos jugadores visitantes.
Según informa La Voz de Galicia, y tal y como puede apreciarse en un vídeo muy compartido en las redes sociales, el colegiado no vio falta en un saque colgado al área, que un defensa local acaba despejando, según sus rivales, ayudándose con la mano.
Pese al momento de tensión, no hubo que lamentar altercados de mayor importancia, y al final los ánimos se calmaron.