El piloto alemán Sebastian Vettel (Ferrari) se ha convertido en el primer líder del Mundial de Fórmula 1 al sorprender al británico Lewis Hamilton (Mercedes) en la carrera de este domingo en el Gran Premio de Australia, donde salió favorecido de la aparición del coche de seguridad, mientras que el español Fernando Alonso (McLaren) ha firmado un meritorio quinto puesto y Carlos Sainz (Renault) ha sido décimo en una jornada en la que ha acusado molestias estomacales.
"Esperé a la Q3 para hacer una buena vuelta y borrarte esa sonrisa", aseguraba Hamilton a Vettel el sábado tras hacerse con la pole, después de que el germano le acusase de tener un 'modo fiesta' en su monoplaza. 24 horas después, el de Ferrari se tomó cumplida venganza y rememoró la remontada protagonizada también por él mismo el año pasado, cuando partió segundo para ganar la carrera por delante del 'poleman' inglés.
Mientras, Alonso aprovechó la retirada de los dos Haas para ascender posiciones, después de salir décimo. Poco a poco, el asturiano fue armando su ventaja para quedar sólo por detrás de los dos Ferrari, de Hamilton y del australiano Daniel Ricciardo (Red Bull), evidenciando que las mejoras del MCL33 no eran un espejismo.
Por su parte, Sainz, que partió desde la novena plaza, tuvo una jornada complicada que comenzó a torcerse al sufrir un problema en las pompas, que le hizo beber demasiada agua y le provocó un severo malestar. Con náuseas y a punto de vomitar, el madrileño aguantó el tipo y terminó décimo, un punto que le supo a poco.