El presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu, y su Junta Directiva han dimitido en bloque este martes, en una decisión tomada tras una reunión extraordinaria y enmarcada en la crisis de la moción de censura en su contra.
"Comparezco para comunicar mi dimisión y la del resto de la Junta. Decisión meditada, serena, consultada y acordada por todos los compañeros, que me han acompañado los últimos años, con fidelidad y compromiso al proyecto y al club, y que han renunciado a tantas y tantas cosas, pensando siempre en el Barça", anunció Bartomeu en una comparecencia.
Pese a que el propio Bartomeu negó este lunes que existieran motivos para dimitir, y aseguró que su Junta seguiría por "responsabilidad", la crisis de la moción, y la guerra abierta con la Generalitat con motivo de la organización de la votación, han llevado a la dimisión de los dirigentes blaugranas.
Una tensión con el Govern que Bartomeu dejó clara. "Ayer, en mi comparecencia, hablaba de la perplejidad que nos ocasionaban algunas decisiones. Hoy tengo que decir que estas decisiones, aparte de contradictorias, nos parecen irresponsables", apuntó Bartomeu en alusión a la Generalitat.
Según Bartomeu, dimiten ante la negativa de la Generalitat a poder celebrar la moción de censura más adelante, al no darles cobertura legal para saltarse los estatutos del club. "No podemos ni queremos situarnos ante la tesitura de tener que optar entre la protección de la salud y el ejercicio del derecho al voto. Y por eso tomamos la decisión de no convocar el voto y dimitir inmediatamente de nuestras funciones", argumentó.
El ya expresidente explicó por qué no dimitieron antes, por ejemplo, tras la debacle europea de este verano ante el Bayern de Múnich (2-8). "Tras la eliminación en 'Champions', lo más fácil era marcharse. Lo más fácil era dimitir. Pero desde el día siguiente de aquella dolorosísima derrota, había que tomar decisiones inaplazables", explicó.
Unas decisiones "fundamentales para garantizar el futuro deportivo y la sostenibilidad inmediata del club". "Y además, había que hacerlo en medio de una crisis mundial sin precedentes como consecuencia de la pandemia que vivimos. No podíamos dejar el Club en manos de una junta gestora con competencias limitadas", esgrimió.
Y se mostró muy molesto en cuanto a las críticas recibidas y los supuestos motivos de que se aferraran al cargo. "En cambio, se ha insinuado que teníamos intereses ocultos, cosas que esconder, e incluso se ha dicho que queríamos evitar avalar... Insinuaciones falsas y lamentablemente, muchas de ellas justificadas en intereses políticos o electorales", apuntó.
"Pero lo que hemos vivido estos últimos meses sobrepasa cualquier límite. Se nos ha faltado el respeto, a mis compañeros de Junta y a mí; se me ha insultado, amenazado, incluso, a mí y a mi familia. También a mis compañeros de Junta Directiva", denunció.
A modo de despedida, tras hacer un balance positivo de su mandato, envió un mensaje de calma al siguiente presidente. "Yo sólo espero seguir disfrutando de nuestro Barça, desde la distancia. Deseo lo mejor al presidente y a la nueva Junta que elegimos los socios y socias del Club. Tendrán siempre mi respeto y mi colaboración si la consideran necesaria", aseguró.
COMISIÓN GESTORA PARA CONVOCAR ELECCIONES EN 90 DÍAS
Con esta dimisión en bloque de la Junta Directiva, una Comisión Gestora presidida por Carles Tusquets --actual presidente de la Comisión Económica del club--, se pondrá al frente de la entidad con el objetivo de convocar elecciones de aquí a un máximo de tres meses.
Una vez tome posesión del cargo la Gestora, presidida por Tusquets y formada por miembros de las comisiones económica y de disciplina del club, se empezarán a descontar los 90 días de margen para convocar unas elecciones que ya tienen, a la espera de Joan Laporta y otros nombres, los siguientes precandidatos; Jordi Farré, Víctor Font, Agustí Benedito, Lluís Fernández Alà y Toni Freixa.
Además de esta función principal de convocar los comicios, deberán salvaguardar el día a día del FC Barcelona en sus funciones administrativas y de representación, pero sin tomar decisiones que no sean imprescindibles en este sentido.
Pese a ello, Bartomeu les deja un recado a hacer: "Confío que la Comisión Gestora pueda terminar este proceso, y ojalá sea con un acuerdo de todas las partes. Por el bien del Barça". Un 'deber' en referencia a la negociación de la rebaja salarial, en empleados y plantilla deportiva, que sigue abierta.