Dos marcas globales, los Boston Red Sox y Lebron James, llegaron finalmente a unirse en una colaboración que lleva una década preparándose y que deja 625 millones de euros en la tesorería del grupo para que el ya dueño (en parte) del Liverpool pase a ser dueño (en parte igualmente) de los Boston Red Sox.
La implicación que este movimiento tuvo con el Liverpool es directa. La compañía que controla a las dos franquicias es Fenway Sports Group, y es en esta compañía en la que Lebron James y su compañero de negocios Maverick Carter invirtieron 750 millones de dólares. De esta manera pasan de un 2% de propiedad en el club inglés, a ser socios mayoritarios en el grupo Fenway.
La presencia de Lebron James en los Red Sox no solo responde a una voluntad de la franquicia de ser líder en las apuestas deportivas de la MLB, sino que también responde a una necesidad social puertas adentro del estadio y entre los fans del equipo.
El director ejecutivo de Fenway Sports Group, Tom Werner, comentó que la llegada de Lebron James responde igualmente a una estrategia para convertir a los Boston Red Sox en un lugar más inclusivo.
Los Red Sox tienen una historia complicada en cuanto a relaciones étnicas y de raza y la llegada de Lebron busca que se cemente la posición de la franquicia de la MLB como una organización más diversa.
Con esta entrada de Lebron James (y ampliación de poder en el caso del Liverpool) en dos de los equipos más importantes del béisbol y el fútbol mundial, se espera que se traduzca igualmente en una capacidad de decisión ampliada.
Esto quiere decir que Lebron James tendrá con casi certeza una influencia importante en cuanto a decisiones ejecutivas en los dos equipos, y como lo dijo igualmente Tom Werner: “Se escuchará lo que Lebron James y Maverick Carter tenga a decir”.
La marca de Lebron James es global. Es dueño de una compañía de medios, es la estrella principal de Nike y está a punto de convertirse en una estrella del cine gracias a la nueva entrega de la mítica película de Space Jam.
La inagotable ambición de Lebron James seguramente lo llevará a algún día ser dueño de una franquicia de baloncesto en la NBA y a nivel personal, el poder sumar a su experiencia el manejo de dos instituciones de la talla de los Red Sox y el Liverpool suma puntos importantes. De igual forma, estas propiedades marcan un hito histórico tanto para Lebron James como para Maverick Carter (quien maneja cada rincón de los negocios de James), ya que están abriendo el camino para otras personalidades afroamericanas en el sector.
En el caso del Liverpool, las acciones iniciales de James y Carter en el club sumaban hasta los 5,5 millones de euros. Luego de los éxitos deportivos del equipo en 2019 y 2020, ganando la Champions League y la Premier League por primera vez en casi 30 años, sus acciones se elevaron hasta los 36 millones de euros.
Es esta suma que ahora incluyen en la recompra de acciones de Fenway Sports para convertirse en accionistas de una parte mayor del grupo y así incluir en su cartera no solo a los Red Sox pero también al equipo de carreras de NASCAR, la red de canales deportivos de TV y la compañía de bienes raíces de este grupo.
Se estima que parte de los 625 millones que James está invirtiendo en el grupo se utilicen directamente para las operaciones de las franquicias, tales como el mercado de fichajes, saldar deudas del último año y en el caso del Liverpool, financiar la remodelación y ampliación del estadio.