El español Carlos Alcaraz, flamante campeón del Abierto de Estados Unidos y nuevo número uno del ránking mundial, aseguró este domingo que «es algo con lo que» soñó desde que era «niño» y que consiguió coronar su objetivo a base de «duro trabajo». Alcaraz, de 19 años, abrió su discurso durante la celebración de su triunfo en la final contra el noruego Casper Ruud recordando las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001, en un día en el que se cumple el 21 aniversario de la tragedia. «Quiero que sepáis que mis pensamientos están con todos vosotros en un día tan particular», dijo Alcaraz, agradecido por los espectadores de la pista Arthur Ashe, en declaraciones recogidas por Efe.
Expresó a continuación sus emociones por hacer historia con el primer «grande» de su carrera y por convertirse en el número uno del mundo más joven. «Es algo con lo que soñé desde que era niño, ser número uno, ser campeón de un Grand Slam. Es algo por lo que he trabajado mucho. Es difícil hablar ahora, muchas emociones, pero es algo que traté de alcanzar con duro trabajo, con mi familia», afirmó.
Reconoció que, nada más ganar, sus primeros pensamientos fueron para su madre y su abuelo. «Pensé en mi madre, porque no está aquí, y en mi abuelo. Muchos miembros de mi familia están aquí, pero otros no pudieron venir para ver la final y estaba pensando en todos ellos», dijo.
Concluyó su discurso con un mensaje en español a los aficionados presentes, que le animaron en todo momento. «Muchísima gente ha venido de España para verme, para animarme en este día tan especial, mucha gente de todo el mundo. El cariño que he recibido desde el primer día ha sido increíble, probablemente haya sido el ambiente que más he vivido en una pista de tenis, ha sido increíble», aseguró.