Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española Fútbol, sale muy tocado del Mundial femenino de Australia y Nueva Zelanda. El dirigente, que durante los últimos días ha acaparado la atención de los focos por su controvertido beso a la jugadora Jennifer Hermoso durante la entrega de premios, también celebró de manera polémica el triunfo de la selección en el palco y sentado muy cerca de la familia real, tal y como demuestran unas imágenes que recorren las redes.
En un video grabado desde la grada del estadio de Australia, donde se jugaba la final entre España e Inglaterra, se ve a Rubiales llevándose la mano a los genitales y realizando un gesto obsceno y poco apropiado para la ocasión que se ha viralizado en las últimas horas y que erosiona un poco más la imagen del presidente de la RFEF.
Luis Rubiales, que regresó este lunes a España con el resto de la expedición de la campeona del mundo, pidió disculpas por el beso en la boca a Jenni Hermoso y admitió que se había equivocado tras el revuelo generado. Numerosos colectivos y representantes políticos han pedido su dimisión como máxima responsable del fútbol español.