Hace ya dos veranos que Tigre Morado eligió la cala de Port des Torrent para crear algo más que un restaurante: un refugio donde el Mediterráneo y los Andes se dan la mano, donde el tiempo se diluye entre sabores auténticos, buena música y un ambiente que vibra con la esencia más pura de nuestra isla.
Al descender por el pequeño bosque que lo rodea, el ritmo de la isla cambia. Frente al mar, entre aromas de ceviches frescos y el murmullo de la brisa, te recibe un espacio con alma, decorado con ese estilo hippie-chic tan propio de la isla, donde todo invita a relajarse y dejarse llevar.
En sus camas balinesas o tumbonas frente al mar, puedes vivir una experiencia única, alejada del bullicio, pero cerca de todo lo que importa: una cocina vibrante, cócteles con personalidad y atardeceres con banda sonora de música en directo o DJ sets.
La carta es una fusión cuidada, donde el producto es el protagonista, y es tratado con mimo y profesionalidad. Desde las anchoas chalaca con toques limeños, el tataki de atún o las almejas salteadas en salsa batayaki, hasta el ceviche «Morado» —con atún rojo, aguacate y edamame— o la espectacular lubina a la chapa con crema de ají amarillo, el salmón con fruta de la pasión o el pulpo con polvo de oliva Kalamata. Cada plato respeta el origen y apuesta por la creatividad, una creatividad que se vuelve a activar bajo una gran variedad de sushis o un bikini con caviar.
Y para acompañar, o solo disfrutar, una carta de cócteles diseñada para brindar desde el mediodía hasta el último rayo de sol. Porque aquí, los días se alargan, el alma se libera y la experiencia es mucho más que gastronómica: es vivir Ibiza para volver.