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El Mago de Oz

El Mago de Oz.

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Hoy desde Sa Cultural os voy a hablar de un libro clásico, de los que sirven para todas la edades y podéis disfrutar de su lectura durante vuestra larga vida. Y la del libro porque fue escrito en 1900 por L. Frank Baum y seguimos disfrutando de su lectura, de las películas y de las obras de teatro que se han representado del Mago de Oz.

F. Baum fue un escritor estadounidense que se ganó la vida ¡Vais a alucinar! Con la cría de una raza especial de aves, ¡Con el pollo de Hamburgo! ¿Como os habéis quedado?. Ya sabéis que es muy difícil que los artistas vivan de su arte. Así que Frank se ganaba el pan con los pollos😂 En realidad era un culo inquieto ya que a los 17 años creó su primera revista sobre sellos, después escribió sobre aves, publicó artículos en periódicos, obras de teatro, canciones...hasta que llegó El Maravilloso Mago de Oz.

Dorothy, la protagonista vive en Kansas, Frank se inspiró en el seco paisaje de Dakota del Sur donde él vivió.

Aquí comienza la historia:

Dorothy y su perro Totó son transportados al fantástico país de Oz cuando su casa es levantada por un ciclón. En su camino encontrará a tres amigos: el Espantapájaros, el Leñador de Hojalata y el León Cobarde.

El espantapájaros será el primero en unirse a su aventura. Cuando la vio por el camino supo que le iba a ayudar a bajar de su mástil.

-Es bastante aburrido estar colgado aquí arriba día y noche para espantar a los cuervos- le dijo sonriendo.

Ella lo agarró por la cintura y lo levantó como una pluma. Le contó que se llamaba Dorothy y que se dirigía a una ciudad esmeralda para visitar a un tal Oz.

-Me han explicado que es un gran mago y que podría ayudarme a regresar a Kansas- dijo la muchacha.

Él no conocía esa ciudad ni a ese Oz. No se preocupó por qué la niña tenía dificultades para regresar a su casa, ya que, se imaginó a un poderoso mago que podría proporcionarle ese cerebro que tanta falta le hacía.

Ella le propuso que le acompañara. Siguiendo el camino dorado, él aceptó, ¡no perdía nada por intentarlo!.

El segundo compañero será el leñador de hojalata. Le habían encontrado junto a un árbol con el tronco cortado por un hacha.

-¡Ayudadme! Mis articulaciones están bloqueadas por la humedad. ¿Podríais engrasarlas con la aceitera que está en mi cabaña?- suplicó el Leñador.

Le rociaron aceite y tras varios minutos de esfuerzo, el hombre comenzó a moverse con normalidad. Dorothy y el Espantapájaros le contaron a dónde se dirigían.

-He oído hablar de ese poderoso mago. ¿Crees que también sería capaz de proporcionarme un corazón?

-Si puede darle un cerebro al Espantapájaros, ¿por qué no iba a conseguir un corazón? Siguiendo el camino dorado, iniciaron la marcha. El bosque empezó a espesarse y se volvía cada vez más sombrío.

De repente, tras los arbustos, oyeron un terrible rugido. Con la misma rapidez que un trueno sucede al relámpago, un león aterrizó en el camino dorado. Pero el valiente Totó ya corría ladrando hacia el león. El perrito le hacía frente al enorme felino. Contra todo pronóstico, el león empezó a temblar.

-¡No me hagáis daño, por favor! - le pidió el león.

-Eres muy cobarde para ser el rey de los animales- se burló el Leñador.

-¡Me basta con mi reputación! Nunca he tenido que luchar con nadie. y ¿vosotros quiénes sois? .

Dorothy le hizo un resumen y le dijo que se dirigian a la ciudad esmeralda a buscar al mago Oz.

- ¿Creeis que tendría el poder de concederme valor?- Interrogó el rey de los animales.

El Espantapájaros repitiendo las frases de su amiga,que si a él le proporcionaria un cerebro, al leñador un corazón y podía enviar a Dorothy de vuelta a casa, ¿por que no iba a concederle valor?

-Entonces, ¡permitidme que me una a vosotros!- les suplico el león haciéndoles una cortés reverencia.

Ellos acogieron con satisfacción el hecho de contar con un compañero tan impresionante en el grupo.

Hasta aquí os puedo contar. El resto tendréis que descubrirlo vosotr@s. No dudéis en sumergiros en esta apasionante novela de aventuras.

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