El secretario autonómico de Educació, Guillem Estarellas, presentó este miércoles su dimisión a la nueva consellera d´Educació, Núria Riera. Todavía no se ha hecho oficial la aceptación de la renuncia, pero se da por hecho que así sera, ya que el cese de Estarellas era una de las demandas de la comunidad educativa una vez conocida la destitución de Joana Maria Camps.
Estarellas dimite sólo horas antes de que la nueva responsable de Educació anuncie la remodelación del departamento, algo que está previsto que haga mañana viernes, que con seguridad incluiría su destitución.
Con la dimisión de Estarellas termina el ciclo de quien, desde la destitución de Rafael Bosch, se consideró el hombre fuerte de la Conselleria, quien manejaba los hilos por delante de la propia consellera, y el más firme impulsor del Tratamiento Integrado de Lenguas (TIL). José Ramón Bauzá creó para él la Secretaria Autonòmica de Educació que, muy probablemente, desparecerá del organigrama de la Conselleria.
Estarellas volverá ahora, salvo sorpresas, a su plaza de docente en el Centro de Educación Para Adultos (CEPA) Amanecer, en la cárcel de Palma, si bien cobrando algo más de lo que cobraba antes de ser secretario autonómico, pues el pasado mes de julio consolidó el nivel 33 que, según la ley aún vigente, concede un plus económico a los funcionarios que ejercen un mínimo de dos años como altos cargos del Govern.
La salida de Estellas no será la única, pues también es evidente que junto a él se marchará, o será relevado, el director general de Planificació, Bartomeu Isern, bunyolí como él y que llegó a Educació gracias a su aval.
La destitución de Estarellas estaba entre las demandas que los distintos representantes de la comunidad educativa, que desde un principio censuraron su falta de diálogo y una de las personas que más ha contribuido a radicalizar el conflicto del TIL.