Gobierno y agentes sociales han pactado un nuevo paquete de ayudas para parados de larga duración con cargas familiares.
Un alivio para familias sin ningún ingreso económico, pero que el profesor de Economía Aplicada de la Universitat de les Illes Balears, Llorenç Pou, califica de «apaño».
La nueva ayuda es «discriminatoria» según el académico, ya que solo se pueden beneficiar aquellas personas con cargas familiares.
Pou explicó que, de acuerdo con los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), el porcentaje de parados de las Islas que reciben alguna prestación es del 19,6 %, la tasa «más baja» de los últimos años.
Si bien consideró positiva la medida, el profesor va más allá al entender que lo que debería ampliarse es el sistema de prestaciones.
Pou reconoció que con 426 euros al mes, una familia difícilmente puede cubrir todas las necesidades, que varían mucho de un caso a otro.
El profesor de la UIB entiende que pagar un alquiler y los recibos básicos es difícil con 426 euros y más si se trata de una familia numerosa.