Un calderón negro -'cap d'olla negre'-, un cetáceo de la familia Delphinidae, ha muerto tras quedar varado en la mañana de este jueves en el puerto deportivo de Addaia. El animal era una hembra de 4,1 metros de longitud y 547 kilos de peso.
El cetáceo ha sido retirado por un camión grúa y trasladado a la planta de Milà, donde será incinerado. El protocolo habitual es proceder a su enterramiento pero ante la actual saturación del vertedero se ha optado por esta opción.
Previamente, un veterinario colaborador del Servicio de Protección de Especies del Govern balear, juntamente con dos agentes de Medio Ambiente, le han realizado una necropsia. En este sentido, se informa, de que se han recogido muestras de diferentes tejidos y partes del cuerpo, las cuales han sido enviadas para su análisis para determinar la causa de la muerte.
El 'cap d'olla negre' fue avistado por los operarios del puerto deportivo, quienes dieron aviso al 112. A la zona se desplazaron dos técnicos del Departamento de Medio Ambiente para hacerse cargo de la situación. También acudieron dos guardias civiles de Tráfico y uno del SEPRONA y agentes de la Policía Local, que colaboraron en las tareas.
El cetáceo, según Medio Ambiente, intentó volver al mar por sus propios medios pero volvió a quedar varado, quedando situado de costado con el orificio respitatorio dentro del agua. Los técnicos al observar que el calderón negro no se movía procuraron desbloquear las vías de respiración mientras valoraban si debían llevarlo a aguas más profundas. Sin embargo, y transcurrido un tiempo prudencial al ver que el animal no respiraba finalmente se ha dado por muerto.
Los calderones negros son habituales del Mediterráneo y las hembras adultas suelen alcanzar entre 5 y 5,6 metros de longitud, mientras que el peso fluctúa entre los 1.800 y 3.500 kilogramos.