El chimpancé más buscado de Mallorca, que el lunes se fugó del safari de sa Coma con su compañera Eva, que fue abatida a tiros, ya protagonizó un sonado incidente hace más de quince años.
El simio, que pertenecía al excéntrico empresario alemán Hasso, dueño del imperio de coches de alquiler, se escapó de su finca de Son Sardina, cortó el tráfico y mordió a un policía. Las lesiones al agente fueron graves, ya que le arrancó la falange de uno de sus dedos. El funcionario, que hoy en día está destinado en la comisaría del distrito Oeste, recibió una llamada alertando de que «un mono anda suelto por la carretera de Valldemossa». El chimpancé fue reducido y trasladado de nuevo a su jaula de la finca de Hasso en Son Sardina, donde ya estaba con su compañera Eva. Años después, los dos simios fueron intervenidos y acabaron en el safari de sa Coma.
Este miércoles por tercer día consecutivo, continuó la búsqueda por tierra y por aire en sa Coma y Son Carrió.
Fuentes de la Guardia Civil explicaron los motivos por los que el primer día los funcionarios del Cofib se vieron obligados a abatir a tiros a Eva: «Los dardos tranquilizantes sólo se pueden utilizar a veinte metros de distancia y su efecto no es inmediato. Además, para acertarle, el animal tiene que estar parado. En ese momento no se daban esas circunstancias. Estaba muy nerviosa y era de una gran envergadura, así que para evitar desgracias mayores no quedó otra salida que dispararle tres veces».