El 38 por ciento de los trabajadores tienen sobrepeso y un 16 por ciento tienen obesidad, por lo que el 54 por ciento de la población trabajadora tiene un peso por encima de los rangos que recomienda no sobrepasar la Organización Mundial de la Salud (OMS), según se desprende de un estudio elaborado por Premap Seguridad y Salud. Estos mismos datos sitúan a Baleares entre las comunidades con mayor porcentaje de personas con un peso considerado adecuado.
Lo datos no han variado mucho desde el año 2010 cuando el porcentaje de trabajadores con sobrepeso u obesidad era del 55 por ciento, solo un punto más que en la actualidad, por lo que en estos cinco años no se aprecia una mejora muy significativa en estos parámetros.
El estudio, que ha analizado los reconocimientos médicos realizados durante el año 2015 a 820.938 trabajadores de distintos sectores de la economía española, muestra que son las mujeres las que cuidan más su salud y presentan menores tasas de sobrepeso y obesidad.
Así, se puede observar que el 58 por ciento de la población laboral femenina está en lo que se considera normopeso, porcentaje que en los hombres es del 35 por ciento. En cuanto al porcentaje de obesos, en los hombres se da en el 18,5 por ciento de la población trabajadora, por solo en el 12, por ciento de las mujeres. Y en cuanto al sobrepeso, afecta aun 44 por ciento de los trabajadores masculinos por un 26 por ciento de las mujeres.
«La salud es única y un entorno que no promueva hábitos saludables puede generar conductas inadecuadas tales como una nutrición desequilibrada o una baja actividad física y, por tanto, personas con peor salud. En definitiva, trabajadores menos sanos, poco motivados y con una baja productividad», según Antonio Moreno Pimentel, enfermero del Trabajo.
A su juicio, «las empresas tienen una gran responsabilidad para influir positivamente en esta tendencia, ya que el ámbito laboral es un espacio idóneo para promover los hábitos saludables y así poder incidir sobre factores de riesgo que se pueden controlar como la obesidad, el colesterol, la hipertensión, el sedentarismo o la diabetes».
El papel de la empresa
No obstante, la tendencia muestra que la sociedad tiende a llevar una vida más sana. Para conseguir este objetivo cada vez más empresas buscan fórmulas que ayuden a sus empleados a adoptar hábitos saludables. De hecho, se calcula que por cada euro invertido por las empresas en la promoción de la salud se obtiene un retorno de 4,80 euros en términos de ahorros de costes y aumento de la productividad.
«Cada vez más organizaciones fomentan entre sus trabajadores llevar una vida saludable con campañas en las que se recomiendan hábitos como la práctica del deporte, comer de forma sana o programas para acabar con la adicción al alcohol y/o al tabaco», señala el director de Medicina del Trabajo de Premap, el doctor José Manuel Gómez López.