El grupo de investigadores que dirige Daniel Bachiller, actualmente en el ojo del huracán por el expediente disciplinario abierto contra él por su partido, Podemos, continúa trabajando a pleno rendimiento en las instalaciones de la antigua Fundació Caubet-Cimera en el Hospital Joan March.
Intentan permanecer al margen de la polémica, aunque sus integrantes reconocen que están preocupados por el futuro de su trabajo de investigación.
El equipo está formado por siete personas, «aunque hemos llegado a ser entre diez y doce trabajando», afirma Bachiller. «Yo no estoy preocupado por mi futuro, soy funcionario del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y voy a continuar trabajando en las Islas o fuera de ellas, lo que me preocupa es la gente de mi equipo que se puede quedar sin trabajo y el quebranto que supone cambiar la ubicación de un laboratorio de estas características», añade.
Bachiller explica que la mayoría de los contratos de las personas que han trabajado o están trabajando con él «han dependido del dinero que hemos conseguido para llevar a cabo las investigaciones».
Actualmente tienen en marcha dos líneas de trabajo: una en enfermedades raras y otra en la curación del sida.