Las reformas de viviendas se han incrementado de forma considerable en el último año en Balears. La asociación de constructores de las Islas ha constatado un gran aumento de la demanda de obras de rehabilitación, lo que les permite ir recuperando los niveles de actividad previos a la crisis, pese a que su volumen de negocio dista de los años de antes del estallido de la burbuja inmobiliaria. La gerente de la patronal, Sandra Verger, recordó que la construcción de viviendas plurifamiliares «sigue prácticamente paralizada», por lo que la mayor actividad del sector radica en otros ámbitos.
Uno de estos nichos de actividad es la rehabilitación de viviendas, que se ha disparado en el último año en prácticamente todos los municipios de la Isla. En su mayoría de trata de obras menores cuyo presupuesto medio ronda los 70.000 euros. Uno de los motivos que explica el aumento de este tipo de obras es el crecimiento de la compra de viviendas de segunda mano. Hace meses que Balears es una de las comunidades con mayores incrementos de compraventa de inmuebles, de los que un 80 % son usados «por el poco stock de obra nueva que queda en la Isla», según reconocen promotores y constructores. De ahí, que opten por su rehabilitación una vez adquiridos.
Además, y a raíz de las buenas temporadas turísticas que se han registrado, «los ciudadanos han ganado confianza y no temen tanto a emprender una obra», señaló Verger. En esta línea, explicó que no solo reforman la vivienda los nuevos propietarios sino también quienes llevan año habitando una misma casa.
A pesar de que se trata de obras cuyo presupuesto no es demasiado elevado, las rehabilitaciones conllevan la reactivación de otras actividades muy ligadas a la construcción. Fontaneros, electricistas y carpinteros, entre otros, también se ven beneficiados de esta mayor inversión por parte de particulares, que ha estado paralizada durante muchos años.