«Anacrónico ejemplo de la España rancia», así califica el partido animalista Pacma las matances domiciliarias tan arraigadas en Mallorca. La formación ha lanzado una campaña a través de las redes sociales en la que denuncia la matanza del cerdo por parte de particulares y la califica de «cruel» por hacer «de la muerte una fiesta».
Denuncian que «personas sin ningún tipo de formación ni interés» sacrifican al cerdo sin cumplir la normativa vigente sobre Bienestar Animal. La legislación europea determina la obligatoriedad de aturdir a los animales antes de ser sacrificados, y además prohíbe herirlos o arrastrarlos, evitando así provocarles dolor o sufrimiento. Los animalistas aseguran que en las matanzas particulares estos requisitos no se tienen en cuenta, por lo que exigen a las administraciones que velen para que se cumpla Ley.
El gerente de la asociación agraria Asaja, Joan Simonet, considera que los promotores de esta campaña «pixen fora de test» por desacreditar una tradición que antes permitía el consumo de carne de una familia para todo el año, y que actualmente los particulares las realizan para abastecerse fundamentalmente de embutido. Simonet coincide con los animalistas en la obligación de cumplir la normativa, no solo la de Bienestar Animal como explica Pacma, sino también la de Salut.
El presidente del Col·legi Oficial de Veterinaris de Balears, Ramon Garcia, recuerda que la matanza del cerdo tiene implicaciones sanitarias y de bienestar animal. Recuerda que la normativa establece que para el sacrificio se debe aturdir al cerdo y la obligatoriedad de que el particular realice una analítica de detección de triquina antes de consumir la carne.