Las relaciones del Govern con Podemos, que le da estabilidad parlamentaria, han alcanzado su peor momento como consecuencia de la gestión que ha hecho el partido morado del proceso de expulsión de la presidenta del Parlament, Xelo Huertas.
El malestar del PSIB y Més, y del Govern en su conjunto, alcanzó ayer su punto culminante cuando la presidenta Francina Armengol y el vicepresidente Biel Barceló aprovecharon el tradicional brindis navideño con los medios de comunicación (que generalmente es escenario de salutaciones festivas sin más intencionalidad) para referirse directamente a este asunto.
Armengol aseguró que «no nos gusta la situación que tenemos en estos momentos en el Parlament»; se disculpó por «no estar a veces a la altura de las circunstancias» y afirmó que, a veces, se han cometido errores.
Previamente, Biel Barceló también señaló que «no todo ha ido bien este año» y citó expresamente «la crisis de un partido que no puede afectar a todo el Parlament».
La totalidad de los consellers y conselleras del Ejecutivo estaban presentes mientras se aludía a esta cuestión. Posteriormente, y en conversaciones más informales con periodistas, no ocultaron su malestar con lo sucedido ni por el hecho de que Alberto Jarabo, el secretario general de Podemos en Balears, anunciara durante el debate de Presupuestos del jueves la expulsión definitiva de Huertas sin haber resuelto todavía su relevo como presidenta de la Cámara, ni sin una conversación previa con Armengol.
Después del 9 de enero
Hay algo que sentó especialmente mal en el PSIB y en Més: que, en reuniones previas, ambos partidos no estuvieran al tanto de que el grupo parlamentario de Podemos incluyera en su reglamento interno la imposibilidad de convocar reuniones extraordinarias como la que precisan para excluir a Huertas y activar el mecanismo para que deje la presidencia del Parlament. Esa reunión no se celebrará hasta el 9 de enero.
Podemos había previsto celebrar ayer una reunión de la comisión de seguimiento de los acuerdos para abordar la situación antes de Navidad.
Al PSIB no le gustó que después de ‘reventar' el pleno de Presupuestos, Podemos intentara arreglarlo todo con una reunión ayer cuando el día anterior ya había decidido no mover pieza hasta enero. Més se sumó a esa estrategia y no hubo reunión.
Fuentes socialistas explicaron a este diario que Jarabo y Camargo (portavoz de Podemos) tenían prisa «por irse de vacaciones» y que por eso han aplazado todo.
En Podemos ha sentado muy mal esta interpretación. Es cierto que Jarabo y Camargo se van de viaje, pero hay una explicación.
«Quienes tenemos familia fuera, aprovechamos estos días, faltaría más», dijo Camargo. Y añadió que esta reunión, en la que ayer insistió la portavoz del Govern, Pilar Costa, se puede celebrar la semana que viene después del día 26.
«El 27 estaré yo en Mallorca y si necesitan a Jarabo que lo digan, que ya volverá», comentó Camargo, que recordó que estaban dispuestos a que la reunión fuera ayer pese a que el día anterior ya habían explicado que el grupo comunicaría el 9 de enero la baja de Huertas en el grupo.
Hay bastantes suspicacias en Podemos. Entienden que pese a haber llegado a un acuerdo sobre los Presupuestos, voces en el PSIB, quizá no todo el partido, quieren aprovechar para quedarse con la presidencia del Parlament balear.