La construcción de pisos se mantiene estancada en las Islas. Así se desprende de la estadística de visados de dirección de obra nueva de los aparejadores que recoge el Ministerio de Fomento. De enero a octubre se visaron 97 viviendas en bloque, por debajo de las visadas en 2015. En cambio, sí que se ha producido un aumento en la construcción de unifamiliares.
El presidente de la asociación de promotores inmobiliarios de Balears (Proinba), Luis Martí, constató esta tendencia a la baja, que prevé que se mantenga en 2017. Según su opinión, esta situación se debe a la escasez de suelo residencial y a la inseguridad jurídica motivada por los cambios de normativa.
En los diez primeros meses del año pasado, la construcción de plurifamiliares descendió un 30 % respecto de 2015. Estas cifras difieren de las del Col·legi d'Arquitectes de Balears (Coaiba), que apuntan a un aumento de visados de viviendas. «Hay que tener en cuenta que los proyectos que visan los arquitectos no se ejecutan de inmediato», explicó Martí.
Proinba exige a las administraciones que faciliten la edificación de viviendas asequibles. «La demanda duplica en la actualidad las unidades construidas y los compradores, en estos momentos son principalmente extranjeros y residentes de alto poder adquisitivo», recordó Martí, quien ya avanzó a principios de 2016 que el mercado de vivienda en Balears «está abocado a ser un bien escaso y con precios elevados».
El colectivo que más sufre las consecuencias de esta situación son los jóvenes que quieren independizarse. No existe oferta de obra nueva a un precio asequible y el mercado de alquiler es escaso y con un coste muy elevado.