El sector de la construcción cerró 2016 con una inversión superior a los 1.400 millones de euros en Baleares, lo que representa un crecimiento de más del 16 % en comparación con el año anterior. Sin embargo, el ritmo de incremento de la creación de empleo fue solo de la mitad. El promedio de trabajadores en el conjunto del año pasado fue de 43.850, un 7,75 % más que en 2015. Este desfase se debe a la llegada de empleados de fuera de las Islas, con un coste inferior para las empresas. Así lo denunció este jueves el presidente de la Asociación de Constructores de Balears, Eduardo López, en la presentación de la memoria anual del sector.
«Una gran parte de la inversión tanto pública como privada repercute en empresas de la Península y el extranjero que trasladan sus plantillas desde el exterior, o incluso en el caso de la inversión privada en equipos de trabajo que ni siquiera pueden ser considerados empresas y que compiten ilegalmente con nosotros al no cumplir con sus obligaciones en materia fiscal, de Seguridad Social y Prevención de Riesgos», sentenció López.
En este sentido, detalló que las diferencias en función del convenio colectivo que se aplique oscilan entre el 11 y el 16 % respecto del de Balears, por lo que reclamó una mayor labor de inspección en el sector.
Asimismo, reconoció que en algunos casos, los obreros incluso trabajan en la economía sumergida.