La portavoz del Govern, Pilar Costa, ha expresado este viernes su «respeto por la adhesión de las personas a un símbolo y otro», como ocurren en las ceremonias de jura de bandera por parte de civiles que el Parlament balear ha pedido al Ejercito que suprima.
Costa, que también ha manifestado su respeto por «las decisiones de las comisiones parlamentarias», ha considerado que jurar fidelidad a la bandera española es «un tema particular y personal» ajeno al Govern.
«No es una competencia nuestra», ha incidido la portavoz, para quien es un acto respetable «mientras no sea obligatorio».
El miércoles, la Comisión de Asuntos Institucionales y Generales del Parlament aprobó una proposición no de ley planeada por MÉS, partido integrado en el Govern, en la que se instaba al Gobierno y el Ministerio de Defensa a dejar de organizar actos civiles de jura de la bandera porque generan «división social».
El texto, que se aprobó con la abstención del PSIB, plantea que las juras de bandera «no hacen más que generar división social y utilizan recursos públicos que en el contexto presente son escasos y absolutamente necesarios para cubrir y mejorar la prestación de servicios públicos del Estado del Bienestar».
La jura de bandera se vincula al ejercito y el juramento de los militares a defender a sus compatriotas. Otra cosa es esa jura simbólica que algunos políticos quieren hacerlo suyo. Por ley y la constitución todos los ciudadanos de este país somos iguales.