Las consecuencias de la crisis catalana llegan a Balears porque el Govern puede dejar de ingresar 154 millones de euros si el conflicto se alarga y el Gobierno central no consigue aprobar los Presupuestos para el año que viene.
Para entender este problema hay que retrotraerse al Consejo de Política Fiscal y Financiera de julio pasado. En aquella reunión, Cristóbal Montoro comunicó al Govern que el año que viene le enviará 2.558 millones de euros correspondientes al sistema de financiación autonómica, entre entregas a cuenta y liquidaciones de años anteriores.
Esa cifra es la que está utilizando el Govern en la redacción de sus propios Presupuestos, que deben llegar al Parlament antes del próximo 30 de octubre.
Sin embargo, para que esa cantidad llegue realmente a las Islas, el Gobierno debe aprobar primero sus propios Presupuestos e incluir en ellos el dinero de la financiación autonómica que llegará a las comunidades autónomas.
Sin embargo, el conflicto con la Generalitat de Catalunya ha dejado por ahora en el aire la aprobación de los Presupuestos, que ni siquiera han llegado al Consejo de Ministros. El PNV ya ha advertido al ministro Montoro que su apoyo en el Congreso a las cuentas de 2018 queda condicionado a la solución catalana. Si no se aprueban los Presupuestos del Estado, Mariano Rajoy quedará obligado a prorrogar los de este año. Es decir, que en lugar de los 2.558 millones de euros de financiación autonómica, llegará la misma cantidad que este año: 2.404 millones.
El Govern ya contempla esta contingencia: puede que recupere por un lado parte de lo que pierde por el otro. La bajada de ingresos activa una complicada carambola con la regla de gasto. El Govern tiene 235 millones de euros indisponibles para 2018, pero si el techo de gasto baja, también bajara esa cantidad y se compensará el posible descenso.